EL CLIMA

martes, 24 de mayo de 2011

REFLEXION TODA MUJER ES BELLA

REFLEXION TODA MUJER ES BELLA

La necesidad de criticarTodas criticamos y somos criticadas. Nadie se libra de la crítica y de realizar una crítica. Unos son más criticados, y otros son los que más critican…

Pero una mujer valiosa y segura de si misma no tiene necesidad de andar todo el tiempo buscando y señalando los defectos en los demás. Intentemos no criticar, y si realmente es necesario, que sea de forma constructiva, para ayudar.

La critica: nadie esta exento de ella, en más de una ocasión hablamos de quienes nos rodean, lo que tienen, no tienen, sus acciones y actitudes. Es muy fácil acabar criticando a otras personas, nos resulta fácil e intuitivo estar pendientes de los demás. Tanto así que acabamos fijándonos más en los demás que en nosotras mismas, estar más pendiente de los errores de los demás que los nuestros propios.

La critica hacia otras personas puede convertirse en un hábito, tanto así que nos puede resultar muy difícil corregirlo. Si no intentamos poner fin a nuestra costumbre de criticar, puede que toda nuestra comunicación con los demás sea la de hablar criticando. El problema es que muchas veces la crítica es algo que nos resulta interesante, algo picante y una buena forma de llamar y acaparar la atención de los demás. Y es que parece ser, que hay algo en la mayor parte de las personas y círculos sociales que provoca que nos llame mucho la atención el saber los aspectos negativos de los demás…

Es necesario que realicemos un balance de nosotras mismas, ver las áreas o actitudes de nosotras que no nos hacen estar conformes con lo que tenemos o con lo que somos. Se dice que criticar a los demás muestra carencias en nosotras mismas, que criticamos porque no nos sentimos capacitadas o aceptadas por nosotras mismas, con lo que tenemos que recurrir a buscar, nutrir y gozar de las debilidades de los demás. En ese afán de encontrar defectos que criticar, nos fijamos en todo, desde el cabello hasta la ropa, lo que hace y lo que no hace, y en especial la personalidad. Pero todo este afán de encontrar las cosas negativas en los demás nos vuelve incapaces de apreciar las cosas positivas que los demás puedan tener.

No es sencillo llevar nuestras vidas, con la rutina, las obligaciones, el estrés y las presiones sociales. Siempre estamos pendientes de lo que los demás piensen de nosotras, preocupadas por dar una buena impresión y por no vernos mal. Así pues, en nuestra inseguridad tendemos a dar especial importancia a las cosas externas y no a lo que más debiera importar, nuestro interior.

Hay un tipo de crítica que realizado en el momento adecuado y de la forma adecuada, puede ser bueno y positivo, pero no es sencillo ponerlo en práctica. Es conveniente que intentemos dejar de lado la crítica, y que de hacerse, sea para bien, para ayudar y no simplemente para mostrar cosas negativas. Para ello es bueno aprender a enfocarnos en la acción en lugar de la persona.

La vida es un constante aprendizaje, hay momentos en los que nos criticamos a nosotras mismas, pero aun cuando así sea, no debemos ser muy duras con nosotras mismas e intentar ver también lo bueno, que todos lo tenemos.

En gran parte, el hábito de criticar lo recogemos en nuestras propias casas, y si tenemos hijos se lo podemos acabar inculcando a ellos. Evitemos caer en la necesidad de estar constantemente criticando, y alabemos las cosas buenas. Y tengamos en especial consideración que las críticas que vienen de los padres, hijos o familiares son las que más duelen.

Cuando no nos sea posible ignorar las cosas negativas, no caigamos en la crítica de forma destructiva, y que cuando critiquemos sea sólo de forma constructiva: para hacer bien.

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