La chacarera es una danza nacida en Argentina, la cual se baila en el norte argentino y el sur boliviano. Se ejecuta tradicionalmente con guitarra, bombo y violín, aunque modernamente se admiten varias formaciones instrumentales muy variadas. Puede haber chacareras cantadas —son tan tradicionales tanto las cantadas en español como en quichua santiagueño, y también hay versiones bilingües—, o sólo instrumentales.
Es bailada por parejas que danzan libremente (pero en grupo) con rondas y vueltas.
Rítmicamente, se entendía que era una danza en compás de 6/8, aunque modernamente hay quienes sostienen que es una danza birrítmica, con una melodía en 6/8 y una base en 3/4 —el músico y educador Juan Falú (1948) defiende esta postura—, mientras que otros —como los músicos y educadores Adolfo Ábalos (1914) e Hilda Herrera (1933)— sostienen que es una danza monorrítmica, en 3/4. Este particular juego rítmico de la chacarera (entre compases binarios y ternarios) es compartido por otras danzas folclóricas argentinas, como el gato, el palito, etc.
Mientras que el origen exacto sigue siendo desconocido, se cuenta que tuvo origen en Salavina, Provincia de Santiago del Estero. Esta danza tiene una clara influencia afro, sobre todo en el toque del Bombo legüero. Esto se podría comprender, sabiendo que casi un 70% de la población de esta ciudad a mediados-finales del siglo XIX (época en la que se gestó la chacarera), era afroargentina.[1] [2] [3]
La Chacarera se comenzó a bailar chacarera en el noroeste de la Argentina, especialmente en la provincia de Santiago del Estero, donde se levanta el polvaredal al bailar la chacarera. El nombre viene del vocablo “chacarero”, trabajador en una chacra o granja, (chakra: maizal en quechua santiagueño), porque generalmente se bailaba en el campo, aunque lentamente hizo avance a las ciudades.
Al principio del siglo XIX, la chacarera llegó a Buenos Aires
En los años sesenta, la chacarera aumentó su renombre, con el resurgimiento general del folclore argentino, en las voces de Los Chalchaleros,Los Tucu Tucu, Los Ckary huainas de Oscar Segundo Carrizo , y especialmente con la familia Carabajal, que representa muchas generaciones de músicos y cantantes de chacarera, comenzando con Carlos Carabajal que comenzó integrando el conjunto de anteriormente mencionado, y después con Los Carabajal, de Peteco Carabajal (hijo de Carlos), de Roxana Carabajal, y de otros.
La chacarera se toca y se baila en muchas provincias de la Argentina, especialmente en Catamarca, Salta, Tucumán, Santiago del Estero, y Jujuy, norte de Córdoba (ver particularmente las chacareras de Carlos Di Fulvio) . Si bien las variantes provinciales de la chacarera respetan la estructura musical de esta danza, armónica y rítmicamente cada provincia tiene sus características que le son propias.
El paso básico de la chacarera, similar al de muchas danzas folclóricas argentinas, consta de tres movimientos:
- movimiento: El pie izquierdo da un paso hacia adelante.
- movimiento: El pie derecho se adelanta hasta apoyar su punta junto al pie izquierdo. El peso del cuerpo pasa a sostenerse por el pie derecho.
- movimiento: El pie izquierdo vuelve a dar un paso hacia adelante, algo más pequeño que el primero, y pasa a sostener el peso del cuerpo, para poder repetir toda esta serie comenzando ahora con el pie derecho, ya que independientemente de la cantidad de pasos que requiera cada figura, siempre se realizan alternando pasos con ambos pies.
Origen de la música
Puede haber un nexo entre la chacarera y la chacona:
Una danza de metro triple que se originó en América latina y se toma como una forma y variaciones en España e Italia en el comienzo del siglo XVII, en Francia poco después. La chacona latinoamericana tenía acompañamiento instrumental y vocal. La melodía fue construida sobre una serie de esquemas armónicos típicos (ej. I-VI-IV-V; I-V-VI-V). Algunos compositores utilizaron la misma melodía a través de la pieza, repitiéndola en forma de un ostinato.
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