EL CLIMA

jueves, 5 de mayo de 2011

ENAMORAMIENTO


El enamoramiento es un estado emocional surcado por la alegría y la satisfacción de encontrar a otra persona que es capaz de comprender y compartir tantas cosas como trae consigo la vida. Desde el punto de vista bioquímico se trata de un proceso que se inicia en la corteza cerebral, pasa al sistema endocrino y se transforma en respuestas fisiológicas.
Elementos del enamoramiento:
  • Atracción: al conocer a alguien y sentirnos atraídos, una serie de cambios químicos y psicológicos tienen lugar en nuestro cuerpo. Surgen entonces una serie de mecanismos de seducción, entre los que el lenguaje del cuerpo juega un rol fundamental. El cómo nos vestimos, miramos y le hablamos a la persona que nos interesa revela que sentimos algo especial por ella. Conjugamos nuestro instinto animal, inconsciente, con la capacidad estratega, con la que todos los seres humanos contamos.
  • Química: los psicólogos apuntan a que el amor, por lo menos en sus primeras fases, se abastece fundamentalmente de química. Una sustancia en nuestro cerebro denominada feniletilamina obliga la secreción de la dopamina o la norepinefrina, que por sus efectos se parecen a las “anfetaminas”, las cuales producen un estado de euforia natural cuando estamos con nuestra pareja.
  • Genética: al igual que el resto de animales, los humanos llevamos en nuestros genes el instinto de procreación, aunque los individuos pertenecientes al homo sapiens y muchas otras especies se relacionan sexualmente para mostrar su amor o para satisfacer su impulso sexual, no necesariamente para procrear. Científicos revelan que las sustancias químicas cerebrales se disparan en las primeras fases del amor, generando atracción y el deseo de estar juntos.
Durante la fase de enamoramiento disculpamos “defectillos” que casi nos parecen un dechado de originalidad pero quizá el paso del tiempo convierta esas peculiaridades y costumbres en una losa para la relación. Conviene reflexionar un poco. Quizá lo adecuado sea habilitar una convivencia en la que se puedan comprobar lo que dan de sí las expectativas que hemos depositado en el otro. Después podremos adoptar decisiones, siempre dejando la puerta abierta a cambios e imprevistos porque todos somos una caja de sorpresas. En esa cautela pactada puede estar la clave del éxito: vamos a abrir juntos nuestros respectivos cofres para ver qué hay dentro del de cada uno y a asumir conjuntamente la situación real sin perder cada uno su libertad de acción y decisión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario