EL CLIMA

jueves, 7 de abril de 2011

BENDICION DE ALIMENTOS





El Talmud, en el Tratado de Berajot (Bendiciones), nos enseña sobre el Precepto (Mitzvá) de recitar las Berajot antes de tener provecho de algo.

Esto se aprende de dos versículos aparentemente contradictorios. El primero es el que dice: "De Di-s es la Tierra y todo lo que hay en ella". El segundo afirma: "Los cielos pertenecen a Di-s y la Tierra le fue entregada al hombre". Los sabios aclaran esta supuesta contradicción explicando que el primer versículo se refiere a cuando una persona tiene provecho de la creación sin bendecir y agradecer a Di-s, en cambio el segundo versículo está refiriéndose cuando la persona toma conciencia de que existe un Supremo Hacedor, quien le brinda el bienestar y por ende bendice a Di-s antes de tener provecho de lo que lo rodea.

Los sabios instauraron una bendición antes de consumir cualquier alimento o antes de oler alguna fragancia.

Las bendiciones en general están divididas en tres grupos: Birjot Hamitzvot, o sea, las bendiciones que se recitan antes de cumplir con un precepto como por ejemplo poner Tefilín o encender las velas de Shabat; Birjot Hanehenín, las bendiciones a Di-s por permitirnos disfrutar de la creación y Birjot Hashevaj Vehohodaiá, que son las bendiciones de alabanza y agradecimiento en general.

La Kabalá nos enseña que a través de recitar la bendición elevamos el elemento material utilizado y lo conectamos con el Altísimo, a través de ello se concreta el objetivo de la creación, de elevar la materia y unirla al espíritu.

Explicaremos, aunque sea en forma resumida, las bendiciones más frecuentes, o sea, las bendiciones sobre los beneficios recibidos. En este grupo se encuentran las Birjot Hanehenín, las bendiciones que son recitadas antes de comer o de oler alguna fragancia.

¿Cuándo debemos recitar la bendición?

Debemos recitar la Brajá antes de comer cualquier alimento, sea cual fuere la cantidad que consumamos. Los alimentos tienen distintas bendiciones de acuerdo a su precedencia. Hay una bendición para los frutos que crecen en la tierra, otra para los frutos de los árboles, otra para alimentos genéricos, otra para los alimentos elaborados con harinas y una bendición especial para el pan y otra para el vino.

Existen también bendiciones para después de la comida. Estas se dividen en tres grupos: el Birkat Hamazón, que es la bendición de gracias después de haber comido pan; Brajá Meein Shalosh, que se recita luego de haber comido alimentos de importancia especial y Boré Nefashot, que es la bendición posterior para los alimentos genéricos.

Shehacol Nihiá Bidvaró

Esta bendición se recita antes de comer cualquier alimento genérico. Interpretamos como genéricos a todos aquellos alimentos que no crecen de la tierra, como ser: carnes, pescados, leche, quesos, huevos, agua, infusiones, gaseosas, licores, golosinas, postres que no contienen harina, hongos, etc.

Antes de consumir estos alimentos recitamos la siguiente bendición:

Barúj Atá A-do-nái E-lo-héinu mélej haolám shehacol nihiá bidvaró.

Bendito eres Tú A-do-nái nuestro Di-s, Rey del Universo, por cuya palabra todo fue llamado a ser.

Si consumimos más de 27 gramos de cualquiera de estos alimentos, en el caso de los sólidos, o 87 centímetros cúbicos en el caso de los líquidos, luego de haber sido consumidos recitamos la bendición de Boré Nefashot.

Boré Prí Haetz

Esta bendición corresponde a los alimentos que crecen de los árboles, como por ejemplo manzanas, naranjas, peras, uvas, paltas, nueces, almendras, higos, uvas, aceitunas, granadas, dátiles, etc.

Barúj Atá A-do-nái E-lo-héinu mélej haolám boré prí haetz.

Bendito eres Tú A-do-nái, nuestro Di-s, Rey del Universo, que crea el fruto del árbol.

La bendición posterior a estos alimentos difieren en algunos casos. Si bien para la mayoría de los casos recitamos Boré Nefashot, no es así para el caso de haber consumido uvas, higos, aceitunas, granadas o dátiles cuando recitamos la bendición de Meéin Shalósh -Al Haetz-. Estos frutos tienen esta bendición especial porque la tierra de Israel fue distinguida y alabada por la calidad de los frutos mencionados.

Boré Prí Haadamá

Se recita antes de comer cualquier hortaliza, legumbre, verdura o fruta que crece en la tierra (excepto los hongos, los cuales crecen sin ser plantados), por ejemplo: papas, batatas, zapallo, rábanos, porotos, chauchas, lechuga, espinaca, radicheta, sandía, melón, ananá, frutilla, banana, etc.

Barúj Atá A-do-nái E-lo-héinu mélej haolám boré prí haadamá.

Bendito eres Tú A-do-nái nuestro Di-s, Rey del Universo, que crea el fruto de la tierra.

La bendición posterior a todos los alimentos que crecen en la tierra (excepto las harinas), es la misma que se dice para los alimentos genéricos, la cual es Boré Nefashot.

Boré Minei Mezonot

Esta bendición corresponde a los alimentos elaborados con harinas de los cinco cereales más importantes, que son: trigo, cebada, centeno, avena y espelto. Por lo tanto, antes de consumir pastas, tortas, galletas, bizcochos, etc., debemos decir la siguiente bendición:

Barúj Atá A-do-nái E-lo-héinu mélej haolám boré minei mezonot.

Bendito eres Tú A-do-nái nuestro Di-s, Rey del Universo, que crea las distintas clases de alimento.

La bendición posterior a estos alimentos es la de Meéin Shalósh -Al Hamijiá-, que es dicha, siempre y cuando hayamos consumido más de 27 gramos de cualquiera de estos alimentos.

Boré Prí Hagafen

Debido a que el vino es considerado como la bebida más importante, se destinó para él la siguiente bendición especial:

Barúj Atá A-do-nái E-lo-héinu mélej haolám boré prí hagafen.

Bendito eres Tú A-do-nái nuestro Di-s, Rey del Universo, que crea el fruto de la vid.

Luego de haber bebido más de 87 centímetros cúbicos de vino, decimos la bendición especial de Meéin Shalósh -Al Haguefen-.

Hamotzí Lejem Min Haaretz

El pan, que es el alimento por excelencia, posee su bendición específica.

Los sabios dispusieron un lavado de manos ritual antes de comer pan (o Matzá). Este lavado debe realizarse de la siguiente manera: Se toma una jarra con la mano derecha y se llena de agua. Luego se toma la jarra con la mano izquierda y se vierte el agua tres veces seguidas sobre la mano derecha y después el mismo procedimiento se realiza para la mano izquierda. Antes de secarse las manos se recita la siguiente bendición:

Barúj atá A-do-nái E-lo-héinu mélej haolám asher kidshanu bemitzvotav vetzivanu al netilat Iadaim.

Bendito eres Tú A-do-nái nuestro Di-s, Rey del Universo, que nos ha santificado con Sus mandamientos,

y nos ha ordenado lo concerniente al lavado de las manos.

No se debe hablar hasta después de haber recitado la bendición del pan y haber comido un trozo de él.

Barúj atá A-do-nái E-lo-héinu mélej haolám hamotzí lejem min haaretz.

Bendito eres Tú A-do-nái nuestro Di-s, Rey del Universo, que hace salir el pan de la tierra.

Si se consume pan no es necesario recitar las bendiciones correspondientes a los alimentos que acompañan al pan. (Excepción: Vino, frutas y postres), ya que el pan es el centro de la comida y lo demás es para acompañar el pan. Asimismo, luego de haber consumido pan debemos pronunciar sólo el Birkat Hamazón (bendición de gracias para después de las comidas) (ver pág. 5), y no es necesario decir las bendiciones posteriores a cada uno de los alimentos consumidos.

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