EL CLIMA

domingo, 13 de marzo de 2011

RELOJ DE ARENA



RELOJ DE ARENA

Reloj de arena de 15 minutos.

El reloj de arena es un instrumento mecánico que sirve para medir un determinado transcurso de tiempo, desde el momento en que la arena comienza a caer del receptáculo o bulbo superior al inferior, hasta que termina de hacerlo, y sólo requiere de la energía potencial de la gravedad para su funcionamiento.

Dado que el período que mide es fijo, aunque con ligeras variaciones, actualmente está en desuso, sustituyéndole el reloj de pulsera para conocer la hora, y el cronómetro para medir el tiempo preciso transcurrido entre dos sucesos.

Aunque se estima que su uso es muy antiguo, no hay evidencias precisas sobre su origen. La primera evidencia concreta sobre la existencia de los relojes de arena se puede encontrar en una pintura de Ambrogio Lorenzetti que data del año 1328. Existieron en distintas épocas, de diversos tamaños y modelos, e incluso se construyeron algunos tan grandes que eran capaces de medir un día entero. En la epoca colonial se usaban mucho los relojes de arena.

Algunos afirman que los romanos los usaban durante la noche, o que también los pudo haber inventado un monje francés para medir los tiempos de meditación

En la actualidad, son por regla general pequeños, ya que se utilizan con fines decorativos y para medir el tiempo en diversas actividades cotidianas, como pueden ser el tiempo dedicado una actividad de comprensión lectora, el tiempo requerido para arreglarse y salir de casa, o el consagrado a un breve descanso. Hay incluso algunos programas de televisión que los utilizan para tasar el tiempo que emplean los concursantes en sus respectivos turnos. Muchos juegos de mesa incluyen pequeños relojes de arena que miden cortos periodos de tiempo.

Aunque existen relojes de arena de tres o más niveles, y relojes de arena compuestos, aquí sólo se alude al reloj de arena común de dos niveles y su funcionamiento es como se describe a continuación:

Al inicio, el bulbo inferior permanece estático cargado de arena, mientras que el superior permanece vacío; en ese momento no está en uso el reloj. Cuando se voltea el reloj de tal forma que el bulbo que contiene arena quede arriba, se inicia la cuenta del tiempo requerido y la arena comienza a fluir hacia el bulbo inferior vacío por acción de la gravedad.

La superficie superior de la arena del bulbo puede quedar de inicio horizontal, o bien en un plano oblicuo (es decir, inclinado), lo cual carece de relevancia, puesto que en cualquier caso el tiempo que tarda en pasar toda la arena es aproximadamente el mismo. En la ilustración se observa que la arena quedó cargada ligeramente del lado derecho.

Durante el transcurso de tiempo que la arena fluye del recipiente superior al inferior, se realiza la actividad deseada, y al ver la cantidad de arena que ha fluido en el interior del reloj, se tiene una idea aproximada de cuánto tiempo falta para terminar, y cuánto ha transcurrido, o si ya se terminó el tiempo, lo cual constituye el principal propósito del mecanismo.

Una vez que ha pasado toda la arena de un bulbo a otro, termina la medición del tiempo requerido y puede observarse que han quedo algunos gránulos en la parte superior y una pequeña montaña de arena en la parte inferior, que se desvanece al más leve movimiento. Dada la simetría del reloj de arena, si se desea, se le da vuelta una vez más, y la arena vuelve a fluir como antes para medir otro lapso de tiempo como el anterior, o bien se posterga esta operación a otro momento .


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