EL CLIMA

martes, 30 de noviembre de 2010

SEXO DISMINUCION DEL DESEO.



SEXO, DISMINUCION DEL DESEO

La disminución del deseo sexual en la pareja es una de las situaciones que generalmente va instalándose en forma silenciosa, discontinua y que se constituye en un problema explícito y hablado, consultado, o pasa a ser aceptado como uno de los precios normales del a convivencia.

Las razones por las cuales el deseo diminuye, o simplemente desaparece, en uno o en ambos integrantes de la pareja puede ser atribuido a múltiples razones.

Y pensemos que esta situación la viven las parejas más allá de la modalidad de convivencia adoptada, de las posibilidades económicas, de la opción sexual, entre otras variantes. Lo cierto es que determinadas pautas heredadas culturalmente, forman parte del "patrimonio invisible" que las dos personas pondrán en juego a partir del comienzo de su vínculo. Mencionamos algunos:

La seducción y el tiempo para compartir forman parte del comienzo de la vida en pareja. Así es que, lo que aparece como fundamental al comienzo de la relación, noviazgo, primeros meses de convivencia va dando lugar paulatinamente a otras situaciones, proyectos y preocupaciones que relegan el cultivo del vínculo íntimo. Ahora estamos casados, ahora y es mío/a. En esta frase resumimos cual es el germen de la autodestrucción del deseo.La cotidianeidad muchas veces erosiona la seducción y el erotismo quien esta a nuestro lado ya no nos erotiza como antes Años después ambos se preguntarán qué fue lo que hicieron mal para no sentirse atraídos uno por el otro.

La vida sin comunicación , solidaridad y demostraciones de afecto son comentarios que a diario, las mujeres y hombres nos refieren en los espacios de consulta, que sus compañeros / as sólo se tornan cariñosos cuando tienen interés en mantener una relación sexual. Es solo entonces que aparecen los mimos, algunas dosis de ternura. Todo parte de un juego de seducción rutinario, se sabe cuando empieza y como termina y siempre es lo mismo, eso lleva a la disminución del deseo a la no renovación del mismo, y al rechazo.... Pero sobre todo, lo que más molesta es la incapacidad de integrar el deseo por la persona a la que se descuida cotidianamente y a la que se le quiere demostrar todo el amor en 15 minutos. Y el resto del día que...?no hay amor...No la respuesta es no hay pasión y no se sabe demostrarla, total, no hay que tomarse el trabajo de seducir, ya esta persona está conmigo....y así se olvida que el deseo y el amor se construyen todos los días y se renuevan todos los días para evitar que se desgasten y mueran.Se olvida que las demostraciones de amor son una necesidad básica y permanente, para reafirmar el sentimiento del otro hacia mi y viceversa. Aunque debemos reconocer que no siempre lo planteado anteriormente es la única causa de la disminución del deseo sexual.Otro problema que suele suceder comúnmente es que la persona que se tiene al lado, ya no nos erotiza como antes, perdimos la pasión, lo cual no significa que se haya perdido el deseo sexual, pues no nos excita él o ella, pero si otra persona...si tenemos deseo cuando hay fantasías sexuales que lo alimentan, no olvidemos que el deseo sexual no debe provenir siempre de la persona que tenemos como pareja, puede proceder de otra persona que nos estimula, de otra fantasía que ya no tenemos con quien convivimos o estamos.

La sexualidad es vivida como un acto confirmatorio de que aún están juntos físicamente. Es clásico escuchar a hombres y mujeres lamentarse que la frecuencia de los contactos amorosos se va reduciendo drásticamente a medida que pasan los años de convivencia. Ambos se culpan mutuamente, ambos entienden que queda podo por rescatar en la dimensión erótica y amorosa de la pareja, pero en realidad son ambos los que se van distanciando, por no hablar de lo que les pasa y lo que necesitan. Entonces sobreviene la búsqueda de compensar lo que nos falta fuera de ese vinculo de a dos....

En definitiva que no es tan importante como mantener un nivel de vida, preocuparse por los trabajos, los hijos, otras tareas y desafíos de la vida en común otras parejas, en franca crisis explícita o no, han pasado tan sólo a habitar bajo un techo en común, pero en realidad poco queda por rescatar en un vinculo desgastado y maltratado. Para ellos, las relaciones no son más que una carga, una forma de atenuar una separación o un posible conflicto. Cada tanto, hacen el amor intentando cubrir la crisis y sus consecuencias, cumpliendo simplemente con un mandato social y/o cultural.

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