EL CLIMA

jueves, 18 de noviembre de 2010

NECROFILIA






La necrofilia está prohibida en casi todos los países y, prácticamente, no está socialmente admitida en ninguno.
El
Código Penal de España establece en el artículo 526 que: “El que, faltando al respeto debido a la memoria de los muertos, violare los sepulcros o sepulturas, profanare un cadáver o sus cenizas o con ánimo de ultraje, destruyere, alterare o dañare las urnas funerarias, panteones, lápidas o nichos, será obsequiado con la pena de prisión de tres a cinco meses o multa de seis a 10 meses.”
En los
EE. UU., la mayoría de los Estados proscriben esta práctica, aunque formulan la mayor parte del tiempo la prohibición con el término más borroso de "abuso sobre un cadáver". Hasta 2004, California poseía leyes contra la mutilación de cadáveres y la profanación de tumbas, pero nada específico acerca del acto sexual con un cadáver. El 10 de septiembre de 2004, el gobernador Arnold Schwarzenegger firmó un proyecto de ley que vuelve criminales tales actos, con una pena máxima de ocho años de prisión.
El acto sexual con cadáveres generalmente está considerado como algo socialmente inaceptable; se presume que la persona no habría consentido ese acto cuando estaba viva. Virtualmente todas las sociedades humanas consideran este acto como una falta de respeto simbólica. En algunos casos sin embargo, los actos de necrofilia pueden ser consensuales, Por ejemplo en el caso de
Armin Meiwes en el que la víctima dio su consentimiento a la mutilación y muerte inflingidas hacia él.
En la leyenda
griega de la Guerra de Troya el héroe Aquiles mata a Pentesilea, la reina de las amazonas, al levantarle el casco y mirarla Aquiles quedó sobrecogido por su belleza y se puso de luto por su muerte. Uno de sus soldados Tersites le puso en ridículo por esto y le acusó abiertamente de necrofilia, por lo cual Aquiles lo mató. (En algunas versiones la acusación de Tersites no es infundada, ya que Aquiles habría quedado tan sobrecogido por la belleza de Pentesilea que habría sido incapaz de contener su lujuria, incluso después de su muerte).
En la mitología egipcia Isis copula con el cadáver de Osiris y de este modo puede dar a luz a Horus.
En Nana (Lullaby) de
Chuck Palahniuk el protagonista tiene sexo con su esposa, la cual (aunque el protagonista lo desconozca) está muerta.
Edgar Allan Poe describió una vez la muerte de una mujer joven y bonita como una de las imágenes más hermosas (Sin embargo, no quería decir con esto que fuera una buena cosa que las mujeres jóvenes y bonitas murieran; para él el dolor y la melancolía eran fuentes de belleza) además su poema Annabel Lee incluye al final un tema necrófilo similar al que se insinúa en relatos como Ligeia, Morella y Berenice.
En Noches Lúgubres de
José Cadalso, el protagonista de la historia desentierra el cuerpo de su amada para darle el último adiós besándola, ya que había sido enterrada antes de que el enamorado la viera. Se dice que este hecho ocurrió realmente en la vida de Cadalso.
La escandalosa obra de teatro de
Oscar Wilde Salomé basada en la historia de una princesa judía que bailó la danza de los siete velos para el tetrarca Herodes, a cambio de la cabeza de Juan el Bautista Cuando Salomé finalmente recibe la cabeza del profeta cristiano, recita un monólogo erótico lleno de insinuaciones necrófilas. Varias representaciones pictóricas, particularmente las de Gustave Moreau y Aubrey Beardsley también aluden a este subtexto.
En el cuento de
William Faulkner Una rosa para Emilia, también aparece un episodio de necrofilia.
En el cuento de
H.P. Lovecraft Los amados muertos (The Loved Dead) las acciones del protagonista giran en torno a sus sensaciones hacia gente muerta, empezando con su propio abuelo.
En la obra de
Isabel Allende La casa de los espíritus se muestra un episodio de necrofilia durante el proceso de una improvisada autopsia en una cocina.
Una extensión de la conexión emocional entre amantes es el amor de una persona que permanece hasta la muerte. Algunas historias de fantasmas se centran en el amor de una persona difunta hacia un individuo vivo, manifestándose en la forma de un
fantasma o poltergeist palpable. Mientras que se considera una imagen romántica el que una persona muera en brazos de su amante, la actividad sexual con los muertos generalmente se considera tabú, aunque ha aparecido recientemente en cine y música.
Resurrección erótica es un tipo de subgénero en el que una persona regresa de un estado de falta de sensibilidad (muerte o coma) a través de alguna expresión, algunas veces físicamente gráfica, de amor sexual o romántico. Un ejemplo de esto está en el
cuento de hadas de la La bella durmiente.


Entre animales
Artículo principal: Necrofilia homosexual en el ánade real‎
La necrofilia no es desconocida entre animales, habiéndose efectuado varias observaciones confirmadas. Kees Moeliker hizo una de estas observaciones. Mientras estaba sentado en su oficina del Natuurmuseum Rótterdam, pudo oír el sonido distintivo de un pájaro que golpeaba la fachada de cristal del edificio. Después de salir a inspeccionar, descubrió un ánade real que yacía muerto a unos dos metros del edificio. Al lado había un segundo pato vivo cerca. Mientras observaba a la extraña pareja, el pato vivo se subió al cadáver y empezó a copular con él. El acto necrófilo duró durante unos 75 minutos durante los cuales, según Moeliker, el pato tomó dos pequeños descansos antes de proseguir con su actividad de cópula. Moeliker conjeturó que en el momento del choque con la ventana los dos ánades reales estaban en medio de un comportamiento habitual en los patos llamado violación aérea. “Cuando uno de ellos murió, el otro simplemente fue a por él sin tener ninguna reacción negativa- Bueno, no tuvo ninguna reacción”, dijo Moeliker. Éste es el primer caso registrado de necrofilia homosexual en el ánade real.

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