PALOMA
Los colúmbidos (Columbidae) son una familia de aves del orden Columbiformes que incluye las palomas, las tórtolas y formas afines, en total unas 308 especies. Son parientes del extinto dodo, que pertenece al mismo orden, pero a distinta familia.
Los colúmbidos se distribuye por todo el mundo; la mayor diversidad de especies la tiene la ecozona indomalaya y la ecozona de Australasia.
Los colúmbidos tienen un cuerpo y cuello robusto y un pico delgado y corto con ceras carnosas. Los nidos, normalmente débiles, están elaborados con ramitas, y los huevos, normalmente dos, son incubados por ambos sexos. Naturalmente las palomas se alimentan de semillas y frutos, artificialmente es frecuente que el ser humano aporte otros alimentos a las palomas, por ejemplo: migas de pan. Alimentan a sus pichones con una secreción denominada leche del buche que se secreta por células especiales. Ambos sexos producen esta substancia muy nutritiva para alimentar al joven.
Aparte de tener un gran sentido de la orientación, la paloma es una de las aves que más rápido vuela, alcanzando los 56 km/h.[1] También caracteriza a las palomas su agudísimo sentido de la vista (por ejemplo la Guardia Costera de los Estados Unidos suele equipar a sus helicópteros de rescate con un par de palomas ubicadas en una pequeña cabina con ventanales la parte inferior delantera de sus helicópteros, las palomas apenas ven (mucho antes que el ser humano) tan sólo la cabeza flotante de un náufrago en alta mar lo advierten con sus rumoreos y dando picotazos, (la cabeza flotante de un náufrago en alta mar es prácticamente imposible de visualizar aún en pleno día despejado por los ojos humanos y los dispositivos o "gadgets" adaptados directamente al ser humano), tal prodigio se debe a que las palomas suelen tener una extremada agudeza visual muy superior a la humana.
La simbología de la paloma es, entre las culturas principales, con siginificación (connotación y denotación) positiva o benigna; la paloma es también un animal con significado simbólico. En la Biblia se relata que Noé dejó ir una paloma desde el arca después del Diluvio para intentar encontrar tierra firme y que ésta regresó con una rama de olivo en el pico. Además, en el Nuevo Testamento, el Espíritu Santo desciende desde los cielos con apariencia de paloma sobre Jesucristo en el momento en que éste es bautizado (Génesis 8:11, Isaías 59:11, Mateo 3:16; 10:16; 21:12).
La paloma es el símbolo del candor, la sencillez y la inocencia y, especialmente de la correcta paz o la armonía. Estaba consagrada a Venus que la llevaba en la mano y la ataba a su carro según Apuleyo. Eliano añade que algunas veces se transformaba ella misma en paloma por lo que estaba privado a sus sacerdotes el comerlas. Homero cuenta que unas palomas se tomaron el cuidado de alimentar a Júpiter, fábula fundada en la circunstancia de que una misma palabra significa en lengua fenicia sacerdote y paloma.[3]
Los habitantes de Ascalonia tenían un gran respeto por estas aves en las que creían transformarse después de la muerte, no atreviéndose a comer ni matar ninguna por el temor de comerse a sus mismos padres y alimentaban con particular cuidado a todas las palomas que nacían en la ciudad. Eran estas aves también tenidas en mucho respeto por los asirios porque creían que el alma de Semirámide, su reina, ascendió al cielo en forma de paloma. Sófocles dice que algunas palomas de la floresta de Dodona anunciaron a Hércules el fin de sus días.[3]
Actualmente, la representación de una paloma blanca con una rama de olivo en el pico es un símbolo de paz y pureza en las sociedades occidentales, imagen inmortalizada por Pablo Picasso en su Paloma de la paz.
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