OTON
Marco Salvio Otón,[1] llamado en ocasiones Marco Otón César Augusto[2] y más comúnmente conocido como Otón (Ferentinum, 25 de abril de 32 - Bedriacum, 16 de abril de 69), fue emperador del Imperio romano desde el 15 de enero al 16 de abril de 69. A su muerte se convirtió en el segundo en ascender al trono durante el año de los cuatro emperadores.
Era hijo de Lucio Otón, cuya madre era una mujer perteneciente al patriciado y relacionada con las familias más influyentes de la capital. Su padre gozó del favor del emperador Tiberio, al que se parecía mucho físicamente;[4] desempeñó con rigidez diversos cargos dentro de la administración imperial. El futuro emperador descendía de una noble y antigua familia establecida en Ferentinum[5] aunque de origen etrusca; sus antepasados eran los príncipes de Etruria.
Su abuelo, llamado Marco Salvio Otón, era un pretor que descendía de un caballero romano y de una mujer de origen humilde, probablemente sin ciudadanía, que fue promovido al orden senatorial merced a la influencia de Livia.[6] Contrajo matrimonio con Terencia Albia; fruto de este matrimonio nacieron dos hijos Ticiano y Marco, y una hija, prometida al hijo de Germánico.[6]
Ascenso al trono
Conocido en Roma por sus excesos y su vileza, aparece por primera vez en los escritos de los historiadores clásicos cuando entró a formar parte del círculo del emperador Nerón; se le califica como imprudente y extravagante.[7] A pesar de ello, la amistad entre ambos se rompió cuando entró en escena la esposa del futuro emperador, Popea Sabina (58). Nerón y Sabina se conocieron en una cena, cuando Otón se la presentó merced a la insistencia de su mujer. Desde ese momento y tras divorciarse de Otón, se inició una relación entre ambos que terminaría con la muerte de Sabina. Antes de fallecer envió al exilio a su marido, al que se le concedió por diez años el gobierno de la provincia de Lusitania[8] en calidad de cuestor.[9] Por Roma comenzaron a circular estos versos:
¿Por qué, preguntaréis, va al exilio Otón con un título engañador? Porque llegó a ser el amante de su esposa.[9]
Tras diez años de administración moderada, insólita en esa época, el destino le ofreció una oportunidad de vengarse de Nerón. Galba, gobernador de Hispania Tarraconense se levantó contra el emperador Nerón (68), y encontró en la persona de Otón a uno de sus más fieles adeptos; el resentimiento por el trato recibido, así como la ambición personal decidieron al gobernador de Lusitania a unirse a su vecino; además Galba no tenía descendencia y estaba en una edad muy avanzada, por lo que Otón aspiraba a ser nombrado su sucesor.[10]
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