Quién será el primer minero chileno en salir?
Cuando se acerca la eventual fecha para el rescate de los 33 mineros que están atrapados desde el 5 de agosto en el norte de Chile, la pregunta que se repite en el yacimiento San José es cómo se definirá quién sale primero desde los 700 metros de profundidad.
El operativo se concretará a través de un tubo de unos 66 centímetros de diámetro por el cual circulará una cápsula especial que va a contar con toda la implementación necesaria, como oxígeno y un sistema de comunicación.
Equipos de rescate del área minera y de salud bajarán hasta el refugio para verificar en el terreno las condiciones de los trabajadores. Una vez ahí definirán en conjunto el orden en que irán subiendo a la superficie, según dijo a BBC Mundo el jefe del equipo médico del operativo, Jorge Díaz.
"Es un tema multidisciplinario que tiene que ver con lo que conocemos de los mineros ya, de la opinión técnica precisa de los especialistas en el área minera, de la opinión técnica específica del rescatista del área de salud, y de la opinión de los mismos mineros", señaló.
Lo que está claro en la mina ubicada en las cercanías de Copiapó, a unos 800 kilómetros al norte de Santiago, es que no hay un nombre para ser el primero en dejar el encierro que se prolonga por 57 días.
Candidatos
El estado de los hombres será crucial para determinar el orden de salida. Sin embargo, si hay un minero más afectado de salud no será el primero en salir, ya que es necesario que alguien en perfecto estado suba antes en la cápsula para "probar" que todo el mecanismo funcione correctamente.
"Eso obedece a los esquemas generales de rescate, que establecen que los primeros en probar el mecanismo son personas con ciertas habilidades específicas. Habitualmente recomendamos que quienes tengan algún tipo de problema médico vengan a continuación", explicó Díaz, jefe médico de la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS).
Más previsible es la definición del último minero que abandonará el encierro en la mina San José, y hay consenso en que será Luis Urzúa, de 54 años y jefe de turno del grupo que quedó atrapado hace casi dos meses.
"Pienso que va a quedar uno fuerte, uno firme para estar abajo. Como él es el jefe va a salir al último, estoy bien segura de eso", señaló a BBC Mundo María Segovia, una de las familiares que ha permanecido desde el mismo día del derrumbe en el campamento Esperanza.
La hermana de Víctor Segovia cree que su pariente también "va a ser una de las últimas personas en salir", ya que buscará hacer valer su experiencia de más de 30 años para ayudar desde abajo hasta el final.
La "mudanza"
Las tres máquinas perforadoras avanzan en la mina San José y la que más expectativas genera es la T-130 o "plan B", que ya superó los 330 metros con el diámetro definitivo para el rescate.
En el campamento los familiares están optimistas y piensan que a mediados de octubre pueden darse las tan ansiadas novedades, aunque desde el gobierno insisten en que el rescate se concretará durante la primera semana de noviembre.
Los mineros están preparados para afrontar de la mejor forma el operativo, y uno de los puntos en que se ha puesto énfasis es el control de la ansiedad.
Alberto Iturra, profesional de la ACHS a cargo del equipo psicológico en las labores de rescate, afirmó a BBC Mundo que el grupo sabrá manejar la situación, y planteó que las preocupaciones en el refugio son mucho más simples que lo que se estima en la superficie.
"Los mineros física y sicológicamente están listos, y más preocupados del aspecto práctico de la mudanza, de cómo vamos a ir entregando las cosas que se nos han acumulado. Quién de ellos sube antes da lo mismo, si van a salir todos", indicó.
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