EL CLIMA

domingo, 10 de octubre de 2010

ARCA DE NOE
















EL ARCA DE NOE
Según el Antiguo Testamento, el Arca de Noé fue una enorme embarcación construida por orden de Yaveh, el dios de las religiones judía, cristiana e islámica -(bajo el nombre de Allah)-, para la salvación de Noé, su familia y ciertos grupos de animales para preservarlos del diluvio universal y luego repoblar la Tierra con ellos.
Este relato se puede encontrar tanto en los textos sagrados del judeo-cristianismo, la Toráh y el Antiguo Testamento, como en el Corán de los musulmanes, su origen puede remontarse al mito sumerio de Ziusudra y el contacto de los hebreos con la cultura mesopotámica después de la caída de Jerusalén
La historia del Arca de Noé, según los capítulos 6 al 9 del libro del Génesis, comienza como sigue:
Yahvéh Elohim observó que los hombres se estaban multiplicando sobre la faz de la Tierra y la maldad crecía y el propósito de su creación no se cumplía, por lo que decidió destruir al hombre.
Sin embargo, encontró a un buen hombre que halló gracia ante sus ojos, Noé. «Un hombre justo y cabal entre la gente de su tiempo», y decidió que a él le correspondería mantener el linaje de los hombres. Yahvéh dijo a Noé que construyera un arca, y que llevara con él a su esposa, a sus hijos Sem, Cam y Jafet, y a las esposas de éstos. Adicionalmente, tenía que llevar de ciertos tipos de animales, hembra y macho, y en distínta cantidad: de los puros debía tomar siete parejas y de los impuros una sola pareja; y para suministrarles alimentos, le dijo que tomara y almacenara la comida necesaria.[1]
Obviamente, Noé no tenía los conocimientos ni las herramientas para construir tamaño proyecto de barco, Yahvé le proporcionó los conocimientos y las herramientas. El período que Noé tuvo para la construcción del arca, fue de 120 años, según cronología bíblica. Mientras construía el Arca, Noé y su familia fueron objeto de burlas por parte de sus vecinos quienes venían a hostigar y mofarse de cómo Noé construía un barco en pleno desierto, del cuál el yacedero de agua más cercano, estaba a unos 15 km de distancia, y adicionalmente, la lluvia en ése tiempo no existía.[2] ver
Cuando Noé completó el arca, entraron con él su familia y los animales que le habían mandado. «Aquel día fueron rotas todas las fuentes, y las cataratas del cielo se abrieron, y hubo lluvia sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches». El diluvio cubrió hasta las montañas más altas. y todas las criaturas de la Tierra murieron; sólo Noé y los que estaban con él en el arca sobrevivieron.[3]
Finalmente, después de muchos días, el arca se asentó en el monte Ararat en la Bética Ibera, y las aguas retrocedieron por algunos días hasta que emergieron las cimas de las montañas. Entonces Noé envió a un cuervo que «salió, y estuvo yendo y volviendo hasta que las aguas se secaron sobre la tierra». Luego Noé envió una paloma, que regresó porque no tuvo donde posarse. Noé envió de nuevo a la paloma y regresó con una hoja de olivo en su pico, y entonces supo que las aguas se habían retirado. Noé esperó siete días más y envió a la paloma una vez más, y esta vez el ave no regresó. Pero tuvo que esperar unos días mas, entonces él y su familia y los animales salieron del Arca, y Noé ofreció un sacrificio a Yahvéh, y éste decidió que nunca volvería a maldecir a la Tierra debido al hombre, y que no volvería a destruir toda la vida en ella.[4]
Pintura del estadounidense Edward Hicks (1780-1849), que muestra a los animales embarcando de dos

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