EL CLIMA

domingo, 28 de febrero de 2010

MADRE A LOS 50, ¿Se puede?












MADRES A LOS 50


Madre a los 50


Los tiempos cambiaron. La niñez se acortó, la adolescencia se alargó y la maternidad se postergó. La ciencia permite ser madre a una edad que hasta no hace mucho era impensable. ¿Es un triunfo de la autonomía de las mujeres o un retroceso por no poder escapar al deber de "ser madre"?
Los 50 solían ser sinónimo del nido vacío, los hijos empezaban a irse de casa. Y las mujeres se empezaban a llenar pero de síntomas pre menopáusicos: calores, transpiraciones, sequedades en zonas incómodas. No es que eso ya no ocurra sino que ahora a los 50 para muchas la cosa, literalmente, recién está en pañales. La tecnología en fertilización ha hecho posible lo que no hace mucho parecía ciencia ficción: parir contra el reloj biológico, ir contra la naturaleza misma. Para algunos semejante desafío es tan condenable como el peor de los pecados. Muchas mujeres, sin embargo, siguen intentando plasmar su deseo de un hijo más allá de los impedimentos sociales y naturales. ¿Cómo es parir a los 50? ¿Qué significa ser madre a una edad que hace apenas un siglo era la expectativa máxima de vida de una argentina?
El nombre Adriana Illiescu seguramente no dice mucho. Pero sí la seña que la hizo famosa hace unos meses: se trata de la mujer que fue madre a mayor edad, con 67 años. Y abrió el debate ético, científico y social en el mundo entero. "Todos me tratan como si fuera la mujer barbuda de un circo llegado desde remotas profundidades. No señor, soy una mujer como cualquier otra y nadie tiene derecho a juzgarme. Todo lo que he hecho es alumbrar mis sueños y traer al mundo algo de mí, de aquí adentro", dijo la profesora de filología rumana entonces. Paradojas: la mujer que derriba el reloj biológico no quiere otra cosa que reivindicar la importancia de que su hijo sea suyo biológicamente, que salga de su vientre.
Sólo una de ellas, el tema es complejo y éste es un caso extremo. Ideal para libro Guinnes, como el de su predecesora, la italiana Rossanan della Corte, que había dado a luz a los 62.
En Argentina la farándula ha dado algunos ejemplos, no tan límites, como el de Marcela Tineyre, que fue madre de Rocco a los 52, su tercer hijo. La empresaria Marta Harff tuvo a Tomás con un par de años menos. Ahora, Andrea Frigerio está diciendo, con 44, que tiene ganas de ser madre otra vez. Entre los simples mortales, el primer bebé nacido de embrión congelado en el país en 1997 lo tuvo Marta D'agostino, con 49 años.
Gran parte de los médicos del mundo condenaron la maternidad sexagenaria de Illiescu. La tecnología de la donación de óvulos no tiene límites. Pero en Argentina, donde no hay legislación que arbitre sobre el tema, hay un límite acordado que dice que la barrera para desafiar la naturaleza son los 50 años, edad promedio en que llega la menopausia. Aunque hay matices, depende de varias cosas, como si hay una red de contención que se pueda hacer cargo del niño. Sergio Pasqualini, director de Halitus Instituto Médico, tiene una fórmula: la edad entre marido y mujer no debe superar los 100 años.
Nada de raro
A Laura y Jorge, una pareja de 44 y 45 años, las cuentas le cerraron bien. Hace casi dos meses tuvieron su primer bebé, después de 8 años de intentos. Ella, licenciada en Administración de Empresas, fue postergando su maternidad por el trabajo, el estudio y porque no llegaba la pareja esperada. Cuando todo estuvo dado, el embarazo no llegó naturalmente ni con ningún método de fertilización, hasta que no le detectaron que el impedimento era un problema de coagulación de la sangre.
Terminada su pesadilla, Laura se mueve en un living copado por un catre, muñecos, sonajeros y la infaltable foto del bebé del primer día, tan rosado y gordo como le fue posible lograr durante los 9 meses de gestación. El bebé duerme en otra pieza y ella habla tranquila, mate de por medio, sobre lo que significó ser madre a los 44.
En su familia, la edad no es una rareza. Su madre la tuvo a los 42 años y su hermana tuvo el segundo también a esa edad.

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