Como todo en la casa, las cortinas también necesitan una refrescadita para recibir la nueva estación. Pero no todas se lavan de la misma manera; el tamaño, el tipo de género y las formas imponen una técnica distinta para cada cortina.
Si son de voile o algodón, se puede aprovechar la bañadera o el lavarropas de casa, para evitar grandes gastos. Si se hace de esta forma, no olvidar que siempre se debe hacer con agua fría. En el caso de las cortinas con ganchos cosidos, se pueden ata el cabezal con una gomita o un cordón blanco para que no se enganchen. Tras un centrifugado corto, se cuelgan del riel para que se terminen de secar de forma natural.
Por otro lado, si queremos mantener el apresto con el que vienen algunas telas, debemos llevarlas a la tintorería. A su vez, las telas más finas como las de sedas, el shantung, la jacquard o las que vienen forradas, es preferible hacerlas limpiar por profesionales.
Si las cortinas son las roller de PVC, no hay ningún problema en limpiarlas pasándoles una esponja con detergente y agua fría.
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