EL CLIMA

miércoles, 30 de diciembre de 2015

Parece que estos alimentos, pueden ocasionar hinchazon o digestion lenta



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1. El huevo duro y en tortilla. En ambas preparaciones, la yema (la parte que concentra las grasas, es decir, los componentes más indigestos) está coagulada. Así, cuajada, es más difícil de digerir, ya que requiere más trabajo enzimático y biliar que si no lo está. Una alternativa más liviana es optar por el huevo pasado por agua, escalfado o incluso frito en aceite de oliva, siempre que se sirva bien escurrido.

2. Bechamel y productos elaborados con mezcla de harinas, mantequilla y leche, como croquetas, rellenos o bases de repostería y bollería. La mantequilla, al cocinarse, resulta muy indigesta, algo que ocurre en este tipo de recetas de uso y consumo demasiado frecuente en muchos hogares. Esta materia grasa no es idónea para cocinar, dado que por encima de 90 ºC, la mantequilla se quema y se forma acroleína, una sustancia que se asocia a irritación de la mucosa gástrica.




3. Alimentos fritos en aceites recalentados, viejos, estropeados o de mala calidad. En estos casos se generan potentes sustancias irritantes de la mucosa gástrica, como la acroleína. Por eso se debe evitar tomar fritos o pinchos en bares y restaurantes en los que, al entrar o al acercarse a la puerta de la cocina, se desprende cierto olor a fritanga, a aceite recalentado. Además, las frituras y los alimentos fritos con aceites recalentados pueden ser fuente de grasas trans en la dieta. No obstante, también durante el proceso de fritura, al calentar cualquier aceite vegetal, se produce acroleína, pero el impacto será menor cuanto más se cuide la elaboración de una buena fritura, si bien es aconsejable un consumo puntual y comedido de todo tipo de alimentos fritos, desde croquetas y empanados, hasta rebozados, patatas fritas y demás snacks fritos.

4. Conservas de pescado azul en aceite, tipo sardinillas, anchoas o caballa. Son alimentos de naturaleza grasa, además de ricos en histamina, y están conservados en un líquido graso, por lo que su digestión es más exigente. Conviene tenerlo en cuenta en caso de estómagos delicados, gases o hinchazón abdominal, o entre quienes sufren migrañas o cefaleas. En estos casos, puede ser recomendable reducir la cantidad de la ración, o reservarla para las comidas matutinas, pero no para las cenas, ya que puede resultar más pesado.

5. Zumo de naranja, en ayunas. La naranja, y de manera especial si se toma en zumo por las mañanas, es de naturaleza colagoga: puede provocar un vaciamiento brusco de la vesícula biliar que se acompaña de molestias más o menos intensas como náuseas o pesadez abdominal, e incluso dolor. Esta sintomatología manifiesta debilidad o lentitud en el trabajo digestivo de hígado y vesícula biliar.

6. Leche y productos lácteos. Muchas son las personas que sufren intolerancia a la lactosa (o azúcar de la leche), o no toleran alguna de sus proteínas, en caso de histaminosis alimentaria a la leche. El resultado es un cuadro de malestar digestivo (como las náuseas matutinas, ya que es costumbre tomar un lácteo en el desayuno, gases o hinchazón abdominal) que, en muchos casos, condiciona la calidad de vida.

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