LA NUEVA CARAVANA

Y vamos y vamos que este mes de septiembre, ya se va yendo eh, estamos asistiendo a sus ultimos actos, como el que intuye que la obra esta por terminar, pero por supuesto, se queda en la sala porque la funcion es continuada, que para eso esta bien invitado. Amado lector, se va yendo septiembre, lo empezamos a despedir despacito, empezamos a ver como septiembre va cerrando de a poco su funcion, pero las luces no se apagan, por lo contrario, resplandecen con mas fuerza, porque una nueva oportunidad empieza a alumbrar como siempre. Se viene octubre, un mes, mas que lindo, y como estamos seguros de que en octubre hay comienzo, es pues que ponemos fichas en esa jugada, claro que si, seguimos acompañando como siempre, y desde ya generando para procurar lo mejor. Este mes de septiembre nos ha dejado sus cosas, entre ellas el comienzo de esta hermosa primavera por supuesto, pero nuestro corazon, ese espiritu vivido que nos acompaña, quiere mas, es entonces que metemos la cabeza en esa intimidad de octubre, y enfatizamos en el hecho de que es un mes, muy especial. Amado lector, una semana mas que comenzamos juntos, el disfrute siempre presente con nosotros, y a abrir camino se ha dicho, que tenemos que vivir, y hacerlo en la mejor forma, pero como el editor te lo dice siempre, no solo que lo estamos declamando, sino que lo ponemos en practica, y soy un convencido de que, mientras mas accion positiva exista, habra mucha mas creatividad, y muchas mas posibilidades, asi que nadie se me duerma, nadie se me quede, nadie disperse su atencion, porque octubre, puede llegar con hermosas sorpresas.
 besooos LC.

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A veces, vivimos situaciones, en que las palabras parecen desaparecer de nuestro vocabulario.

Se anudan en el estómago, suben hasta la garganta y no sabemos, no tenemos idea de cómo sacarlas.

Muchas veces nos sucede cuando nuestros amigos nos necesitan más. Paradógicamente, en esa precisa situación nos topamos con esa barrera de poder decir nada.

No sabemos qué decir, no tenemos una explicación aceptable para el sufrimiento, sentimos miedo de decir algo indebido y nos quedamos quietos.



Encontramos palabras con facilidad, en su mayoría ya gastadas y repetidas, para expresar nuestra alegría, nuestro deseo de felicidad, sin importar si alguien ya las dijo o no.
Tomamos prestadas esas frases comunes y hacemos con ellas nuestro mensaje.

Y nuestros amigos lo reciben con el corazón abierto, con la sonrisa estampada, porque ellos también hacen uso de lo mismo.

Es la costumbre, es normal, es gentil, es noble.

Es millones de veces mejor que el olvido.

Nuestra gran dificultad, es expresar palabras de consuelo, cuando nosotros mismos tenemos un corazón molido por el dolor al ver el sufrimiento de otro.


¡Conscientes que no podemos hacer nada!

Va a pasar, ya lo sabemos, pues todos los dolores pasan, como pasan las noches de luna y los días de sol.

Nada es estable y constante.

¡Y queríamos tanto encontrar las palabras exactas que amenizaran el sufrimiento, que proporcionaran consuelo inmediato, que anestesiaran o curaran de una vez!

Y entonces, en el instante exacto, las palabras mueren.

Pero existe un secreto:

¡Los gestos hablan!


Un beso habla.
Una caricia es una voz dulce y suave.
Una presencia, aún en silencio, dice.
Un abrazo habla muy alto.
¡Una mirada sincera dice mucho!
Una mano que toma las manos habla como varias bocas y centenares de corazones...

Cuando las palabras se rehúsen a salir de ti, habla con gestos. Podrán comprenderte.


¡Dar de si mismo, vale más que todas las palabras del diccionario juntas!