El Vitamaíz, como se le ha llamado a este proyecto aportará mayores cantidades de carotenos y antioxidantes celulares para prevenir enfermedades de tipo cardiovascular gracias a la pigmentación de sus granos. Al mezclarse, estas propiedades se multiplican creando así un superalimento.
Normalmente el maíz azul alcanza en el mercado un precio de hasta 50% más que el blanco pero su calidad nutricional es mayor. El problema con las variedades actuales que son conservadas por los indígenas no se adaptan muy bien a las condiciones modernas además de ser propensos a plagas e insectos.
A través de una alianza entre el CINESTAV y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) se está llevando a cabo el proyecto Vitamaíz desde hace 7 años. Cuenta con el Apoyo del CONACyT y la SAGARPA.
La mejor parte es que esta mejora genética del maíz se hace de manera natural, por medio del polen en el campo y el resultado son semillas híbridas, un proceso natural y necesario a diferencia de las transgénicas cuyo ADN se modifica de manera artificial en un laboratorio.
A la fecha se tienen algunas variedades de Vitamaíz pero no en las cantidades suficientes para cubrir la demanda del mercado. Los investigadores esperan que en 3 años se tengan suficientes híbridos para poder comercializar este producto.
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