EL CLIMA

domingo, 24 de agosto de 2014

LA NUEVA CARAVANA






Autor: Charly Morlock


Amado lector, en este domingo, soplamos 
aires nuevos, seguimos con esta tematica 
y esta tonica, pero ademas de seguir con
 esta tematica y esta tonica, ahora 
somos nosotros los que nos animamos,
 los que queremos, soplar aires
frescos, insuflar aires frescos, y por 
supuesto que lo hacemos 
siempre, a traves de nuestra predica.
Claro que si, pero al mismo tiempo que 
predicamos, acompañamos con accion 
positiva, lo cual quiere decir al fin, que
 nuestra predica, es de alguna manera, la
 accion que concretamos.
Esto es claro, porque de nada, pero de 
absolutamente de nada vale predicar, o 
declamar, o hablar de labios, si acaso esas
 declaraciones, no van acompañadas de
 accion positiva.
Amado lector, hagamos de esto, una 
realidad diaria, si decimos que amamos, 
amemos pues, si decimos que queremos
 lo mejor para cada uno, vamos entonces
 a lograrlo.
Cuando acompañamos la predica con
 accion positiva, entonces los resultados, comienzan 
a brillar, todo se 
acciona, y se acciona de la mejor manera, 
no puede haber resultado
 negativo en esto.
La posibilidad existe, podemos hacerlo o no, 
pero nunca querriamos generarle 
desconfianza a nadie,
 y si acompañamos la palabra con accion positiva, 
entonces 
esos resultados que empiezan a brillar, 
seran nuestro mejor 
seguro.
Procuremos que los que nos escuchen, sean 
tambien participes de esa accion positiva que
 proponemos, y de esa manera, uniendo 
voluntades, hagamos escuchar, no solo una 
voz diferente, sino que tambien, mostremos 
una accion diferente porque eso, es lo que estimula.
besoos LC.  

CLICK PARA SEGUIR LEYENDO MAS



Hoy vamos hablar de la humildad, algo que no todos tenemos, pero que es muy necesitado por la humanidad.

Hay personas que piensan que todo el mundo les debe algo, que todos debemos vivir a su ritmo, jamás se dan cuenta o consideran que pudira haber otra persona con mayores apuros y carencias que ellas mismas. Sólo ven por lo que ellos necesitan y quieren. 

Muchas veces, son personas muy afortunadas, aunque de ello no se percaten. No saben valorar el esfuerzo que supone para los demás darles o regalarles algo, lo ven como un deber. No sienten necesidad de agradecer nada, actúan como si todo cuanto se les dé fuese el pago de una deuda que se tiene con ellos. Si algo bueno llega al hogar, lo toman para sí mismos sin pensar en los demás, sin pensar en lo mucho que otros en el hogar podrían disfrutarlo, necesitarlo o merecerlo.

Recientemente una persona así visitaba a un humilde amigo, de esas personas que trabajan de sol a sol para salir adelante en un país extranjero.

Se dirigió a él para contarle la maravillosa vida que tiene, lo bien que vive, los placeres que puede permitirse, y el poco esfuerzo que le supone tenerlo. Y yo me pregunto, ¿por qué hay personas que hacen eso? ¿Cómo puede ir alguien a la casa de una persona pobre a decirles que come filete todos los días?

La falta de humildad que a veces tenemos frente a nuestros semejantes es tan triste que hasta me cuesta contar las anécdotas de este ser humano tan pobre de espíritu. Debemos reflexionar antes de hablar sobre aquello que poseemos porque hay muchas personas menos afortunadas que no tienen ni lo más básico para vivir.

La soberbia y falta de humildad pueden alejarte de los demás, de la gente a la que quieres… Pero el orgullo, no sólo aleja a los demás del quien es soberbio, también les aleja de quienes comparten el hogar con él. Pues a fin de evitar al soberbio, también acaban evitando a quienes están con él. Se pueden perder amigos por estar junto a alguien que es tan soberbio que logra proyectar esa fea imagen también sobre ti, por estar con él.

La humildad es algo que se debe llevar en el corazón porque Dios fue el ser más humilde y humillado, pero pese a ello, nos perdonó y sigue perdonando la falta de humanidad que tenemos con nuestros semejantes.


La vida de una persona soberbia es muy mala, pero especialmente estar y vivir cerca de ellos no es bueno para la salud, acaba siendo emocionalmente enfermizo. Si tienes a una persona así cerca de ti, es mejor alejarla o ayudarla a que vea su error, pues no le hace bien a nadie. Seguramente tanto lo uno como lo otro será muy difícil. Hacerle ver su error será casi imposible, porque precisamente su falta de humildad le cegará. Y alejarse, será igualmente complicado, pues cuando te intentes alejar, se te pegará más, como si aún le debieses mucho más, y no tendrá intenciones de perderte, pues es de ti de quien a diario recibe lo que tiene.

Una persona agradecida es la que muchas veces lo ha perdido todo y aún así sigue feliz de haber contado con el amor de las personas que le conocieron, pues aun en su difícil situación, sigue tan humilde como cuando era una persona con una situación envidiable.

La verdad es que no se necesita mucho para ser una buena persona. Tener fortuna o no en la vida, no hace diferencia: podemos no tener nada, y ser agradecidos, siempre atentos a quienes nos rodean. Y también podemos tenerlo todo y no dejar de ser buenas personas, sólo hace falta que sigamos siendo personas sencillas, con valores, que lloran cuando alguien sufre, que nos duele perder a alguien, que estamos atentos y agradecidos por los demás… y que no permitimos que los éxitos se nos suban a la cabeza perdiendo la humildad.


Aprendamos a vivir con lo que tenemos, y seamos buenos con quienes tienen menos que nosotros.
Seamos humildes, y no nos permitamos alardear de lo que la vida nos ha dado.


©Autor: Shoshan

www.shoshan.cl

Muchas veces por no tomar riesgos dejamos pasar muchas cosas, entre ellas el amor, la familia, e incluso la iglesia; y todo porque ese día no nos apetece, porque tenemos pereza, o no tenemos tiempo…
Siempre existe una razón para dejar pasar las oportunidades que nos concede la vida:

Cuando conoces a una persona que te gusta, pero no lo dices, pensando y esperando que llegue un momento mejor para hablar con aquel ser… pero un día cualquiera te das cuenta que ya no está disponible, le has visto con otra persona y te enojas porque no eres tú quien pasea de su brazo, porque esa persona se ve feliz y tú no. Tuviste la oportunidad y la perdiste, no todas las cosas giran en nuestro torno, todo tiene su tiempo.

Cuando te ofrecen un trabajo pero no te gusta, es muy poco para ti o está lejos de tu casa. No lo piensas y lo dejas pasar, pero te está costando encontrar un trabajo para ti y tus hijos, o simplemente para que puedas vivir por tu cuenta, independientemente. Recorres días completos y nada, no encuentras trabajo; vuelves a lo que ya habías visto, pero la plaza laboral que antes te ofrecieron ya ha sido ocupada. ¿Por qué no lo tomaste? Desde ese trabajo podías haber ampliado tus horizontes y quizás con algo en las manos tendrías una mejor oportunidad para encontrar otras cosas, pero no, has dejado escapar la oportunidad.

Cuando no te sientes bien con algún familiar y te duele mucho que no te reconozcan en nada: Sientes poco cariño y aprecio por parte de la familia, y en tu orgullo dañado no eres capaz de ir y mostrar amor a quien te está tratando mal. No tienes fuerzas para pagar con bien el mal, ¿pero cómo vamos hacer eso? Sería denigrante. Y cuando por fin decides ir a ver tu familia, ya no puedes, ha pasado tanto tiempo que en vez de acercarse a ti se han alejado mucho más porque nunca estabas presente en los eventos importantes de la familia (fallecimientos, cumpleaños, aniversarios, fiestas, etc.) Ya es tarde, nadie está dispuesto a dejarse atropellar por ti, pues estás tan alto que difícilmente ves lo que está por debajo de ti. Has vuelto a dejar pasar la oportunidad de estar con tu familia y ser feliz con ellos.

Cuando tienes algo bueno ante tus ojos, y no la aprecias hasta que falta. Pasas y ves hermosas flores,  el campo te muestra una gran variedad de cosas hermosas que son una bendición para los ojos, pero estás tan sumida en tus pensamientos, tan deprimida, tan amargada, que no te das cuenta de las maravillas que Dios te muestra. La próxima vez que vuelvas al campo las flores ya no estarán, los coloridos campos verdes se vuelve de un solo color, monótono y apagado porque llega el invierno; sólo verás soledad y tristezas en el paisaje y recordarás las veces que pasaste por allí sin pararte a respirar y disfrutar de tanta belleza que Dios había puesto ante tus ojos, has vuelto a dejar pasar la oportunidad.

Cuando tienes hijos, pero tiempo productivo con ellos. Te dedicas tanto tiempo a trabajar, a estar con las amistades, a salir de fiestas y disfrutar la vida, que cuando llegas a casa ya todos duermen, y casi no les ves. Cuando te das cuenta están tan grandes que ya no los puedes controlar. Te has perdido unos buenos años de crecimiento en los que el aprendizaje de los principios morales y de la buena conducta son muy importantes, pero se te escapó de las manos. Hoy tus hijos tienen vida propia y te critican todo el tiempo por no haber estado. Has vuelto a dejar escapar la oportunidad de ver a tus hijos moldeados a tu manera.


No dejemos escapar los momentos que Dios nos regala en la vida, toma tu tiempo para todo, piensa lo que harás en la vida, no dejes escapar las cosas de tus manos. Las oportunidades muchas veces se presentan una sola vez en la vida, y si no tienes la sabiduría de verlo lo habrás perdido todo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario