MUFAS Y MUFITAS

El concepto de mufa es, como tantas otras cosas, fácil de entender pero difícil de explicar. Básicamente, la mufa es una cualidad o virtud (?) de determinada persona, institución, objeto, ente o cosa que automáticamente condena a cualquier persona, institución, objeto, ente o cosa con la que tenga relación alguna a la mala suerte. Se habla, entonces, de que la primer persona, institución, objeto, ente o cosa es "piedra" o "mufa", directamente. Al acto de otorgar mala suerte se lo conoce como "mufar".
La mufa es un arte complejo y, como tal, puede tomar varias formas. Así, la mayoría de los "piedras" tiene talento en a lo sumo una o dos ramas de este arte. Tomemos como ejemplo al talentoso mediapunta Felipe D*s*g*st*z*b*l: el hombre tiene la dudosa virtud de hacer descender a casi todo equipo en el que juega, pero sus poderes no pasan de ahí. No obstante, existen también los denominados "mufas mayores", seres capaces de influir en todo ámbito de la vida y de provocar catástrofes mundiales. Quizás el máximo exponente de este grupo sea el que en su momento fuera uno de los mejores arqueros de la Primera División Argentina: C*rlos Fern*ndo N*v*rro Montoy*.
Es sabido que el ambiente artístico se vale de muchas cábalas, es por eso que nombrar a Ind*p*ndi*nt*, como vestirse de amarill* o mencionar al aire la palabra "vib*ra" es sinónimo de mala suerte. Pero esto no viene de ahora sino que se remonta a la década del `30: En 1933, Enrique Susini filmó la segunda película sonora de la historia argentina. Pese a ser técnicamente la primera -fue terminada antes- "Tango" le ganó de mano. ¿Por qué? Porque en una escena de su película incluye a la cancha de Ind*pendi*nt*. El ejemplo más claro fue el empleado por Juan José Campanella en "El Secreto de sus ojos", en cuyo guión original, el hincha en realidad era de Ind*p*ndi*nt*. Esto no fue aceptado por Campanella ya que quería a la mufa lejos de su pelicula. Con el cambio de libreto, la película ganó el premio Oscar.