EL CLIMA
viernes, 2 de noviembre de 2012
UNA MODA DIFERENTE
Ni minifaldas ni escotes:
Conoce la moda brasileña para las mujeres evangélicas Una de las diseñadoras a cargo del proyecto explicó que "antes había esa idea de las faldas larguísimas, oscuras y feas. Ahora hay prendas bonitas para comprar, pero que cumplen los preceptos de nuestra religión".
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SAO PAULO.-
Atrás quedaron la falda larga hasta los tobillos y las blusas sin gracia: ahora las mujeres evangélicas de Brasil pueden comprar recatada ropa a la moda gracias a un nuevo mercado que crece a la par del explosivo aumento de este credo en el país con más católicos del mundo.
"Ni escotes muy pronunciados ni minifaldas", advirtió Joyce Flores, la joven estilista de Joyaly, una de las marcas pioneras de la llamada "moda evangélica", creada por su madre hace una década.
"Antes había esa idea de las faldas larguísimas, oscuras y feas. Ahora tienen cosas bonitas para comprar, de colores, pero que cumplen los preceptos de nuestra religión, porque si usted va a la iglesia a adorar a Dios, no puede ir con un súper escote que va a distraer al pastor", explicó.
En la tienda hay vestidos, faldas y blusas, porque muchas de estas religiones impiden a las mujeres ir con pantalones a los cultos.
En el corazón de Sao Paulo, el popular barrio de Bras hierve. Epicentro de la industria textil brasileña, miles de personas recorren sus calles llenas de tiendas de confecciones con los precios más convenientes de la ciudad.
Dentro de la tienda de Joyaly , las dependientas muestran las prendas a mujeres de todas las edades mientras los comerciantes compran al por mayor para abastecer las tiendas que han montado aprovechando este 'boom'.
"La gente quiere vestirse bien", aseguró Elena Soares, que junto a su hija y su hermano viajaron 2.000 km desde el interior del país a comprar ropa para ellas y su pequeña tienda 'La Belle de Jour'.
"Antes vendía la ropa en bolsas yendo de casa en casa. Hace poquito tiempo instalamos nuestra tienda", dice orgullosa.
Lucia de Souza se pasea frente al espejo con un vestido verde, con corte a la cintura, estricto largo sobre la rodilla y una media manga para no exhibir los brazos. Es una prenda sencilla, aunque en la tienda hay trajes hasta para fiestas, siempre cumpliendo las reglas.
"Hace más de diez años que compro ropa acá. Son cosas bonitas, con mucha variedad y colores, pero evangélicas", comenta mientras continúa mirándose en el espejo.
Los evangélicos aumentan, "gracias a Dios"
Cuando Aurea Flores creó Joyaly, fue pionera. Ahora estas marcas especializadas ya son una treintena, según datos de la Asociación Brasileña de la Industria Textil y de Confección, que representa a un poderoso sector que en estos días refleja su empuje en la reconocida Semana de la Moda de Sao Paulo. El sector facturó 63.000 millones de dólares en 2011.
Flores comenzó haciendo vestidos para ella misma hasta que fue tanta la demanda de sus "hermanas" de la iglesia que decidió confeccionar a escala. Hoy, Joyaly produce 40.000 piezas al mes.
"En los últimos años hemos crecido a tasas del 20%", dice otro de los hijos de Aurea, Alison, que lleva la contabilidad.
Brasil, con 194 millones de habitantes y sexta economía global, es el país con más católicos en el mundo: 123 millones, un 64,6% de su población.
Pero el número de católicos disminuye, mientras aumenta la cantidad de evangélicos que, según el último censo, pasaron de 15,4% de la población en 2000 (26,2 millones) a 22,2% en 2010 (42,3 millones).
Conservadores, son un grupo que acumula creciente poder político y económico con programas de televisión, una fuerte representación en el Congreso y con capacidad de tejer apetecidas alianzas políticas por la enorme cantidad de personas que moviliza.
En las favelas, las iglesias evangélicas se multiplican y muchas veces basta una pequeña casa para instalar un templo.
Fabrizio Paes es de familia católica. Sus padres tenían una tienda de ropa en Bras pero ante el ascenso de los evangélicos y las demandas del mercado, decidieron dar un giro a su negocio.
"Los evangélicos están creciendo y compran mucho, gracias a Dios", dijo tras los mesones de la tienda Kauly, que dos veces al año envía a un representante a París a conocer las tendencias mundiales de la moda para trasladarlas a este mercado.
"Hace seis años decidimos especializarnos totalmente. Pasó un año de adaptación, donde hicimos una fuerte inversión", comentó Paes. "Y desde entonces el crecimiento ha sido muy visible", aseguró.
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