EL CLIMA

domingo, 16 de septiembre de 2012

ORIGEN DEL IDIOMA FRANCES




FRANCES ORIGEN

El francés es una lengua romance hablada en Francia —cuna de esta lengua— así como también en el Canadá, Bélgica, Luxemburgo, Suiza y en otros cincuenta y un países que en su mayor parte integraron el antiguo imperio francés.

La historia del francés puede dividirse de diferentes maneras, una división particularmente útil es la siguiente:1
Protorromance, hasta el final del siglo V d. C.
Galorromance, desde el final del siglo V al siglo IX
Antiguo francés temprano, desde mediados del siglo IX al siglo XI
Antiguo francés tardío, desde finales del siglo XI a principios del siglo XIV.
Francés medio (francés medio temprano), de mediados del siglo XIV a finales del siglo XV.
Francés clásico (francés medio tardío), de principios del siglo XVI a finales del siglo XVII.
Francés moderno, de finales del siglo XVIII a la actualdiad.
Los registros escritos en francés empiezan a ser abundantes durante el período del antiguo francés, por lo que los cambios fonéticos y transformaciones de la lengua anteriores al siglo IX deben ser básicamente inferidos a patir de evidencias indirectas como el método comparativo o la filología románica de otras lenguas cercanas.
El territorio de lo que hoy es Francia empezó a ser poblado por los galos alrededor del Siglo VII a. C., los cuales hablaban diversas variantes de celta gálico, de la que existen unas pocas inscripciones en alfabeto griego. Hacia el suroeste, los aquitanos hablaban probablemente una lengua precursora del vasco, pero que tampoco utilizaban en la escritura. En la zona de Massilia (la actual Marsella) los habitantes de las colonias griegas hablaban y escribían en este idioma, pero no lo difundieron más allá de sus colonias.
Todos esos idiomas y otros hablados en la antigua Galia fueron desapareciendo con la colonización romana y la progresiva implantación del latín. Con el declive del Imperio romano, una serie de pueblos de origen germánico llegaron a la Galia romana. Entre ellos, dos se establecieron de modo más consolidado: son los francos en el norte y los visigodos en el sur, con el río Loira como frontera. A pesar de que ambos pueblos hablaban sus propias lenguas, pronto se adaptaron al latín hablado por la población. No obstante, el idioma hablado por los francos está en el origen del neerlandés, idioma hablado hoy en día, en sus distintas variedades en los Países Bajos, parte de Bélgica y norte de Francia.
Lo que se conoce como francés antiguo se va consolidando a partir del Siglo XI, y aunque hoy se estudie todo lo que se hablaba al norte del Loira como si se tratara de una sola lengua, en realidad se trataba de dialectos con elementos comunes.
La influencia germánica en el idioma obligó a usar en el lenguaje escrito algunos dígrafos para reproducir algunos de los sonidos que se utilizaban pero no existían en latín vulgar. Así, la nasalización, uno de los elementos fonéticos más característicos de la influencia germánica en el francés se va marcando en la escritura por el uso de la n en posición final de sílaba.A comienzos de la Revolución Francesa, se estima que tan sólo una cuarta parte de la población de Francia hablaba francés, el resto hablaba lenguas regionales.
Al norte se encuentran las lenguas de oïl, al sur las lenguas de oc, formas regionales del occitano, así como el bretón, el euskera, el catalán, el arpitano, el flamenco y el alsaciano entre otras. La unificación del francés empezada por Talleyrand y continuada por Jules Ferry tuvo por objetivo crear una sola lengua francesa para todo el territorio francés. Si el francés se impuso bastante rápido en las regiones donde se hablaban dialectos de oïl y el francoprovenzal, otros métodos son utilizados para eliminar el bretón, el occitano, el catalán, el vasco, el corso, etc. (como humillaciones físicas a los alumnos jóvenes).
Contrariamente a ciertas ideas, la historia del francés y de su ortografía engloba varias reformas. Históricamente, la ortografía del francés ha seguido numerosas rectificaciones, pero la costumbre eliteraria de adaptar las obras a la ortografía oficial del momento nos da un sentido de continuidad que la lengua francesa, por escrito, nunca había tenido.
Se pueden definir unos cinco estados de la lengua francesa, entre los cuales se pasa progresivamente de uno a otro; en los ejemplos de más abajo, la otrografía es la de los editores y no la de los autores. Hasta el siglo XIX, la ortografía normativa del francés, que se estableció lentamente a partir del siglo XVI, era bastante variable. Otras divisiones son también posibles y son tan sólo medios para situar un texto en relación con el estado de la lengua.

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