EL CLIMA

sábado, 16 de junio de 2012

CAMALEONES



Los camaleones (Chamaeleonidae, del griego chamai, ‘en la tierra’, ‘en el suelo’ y del latín, leo, ‘león’; ‘león de tierra’) son una familia de pequeños saurópsidos (reptiles) escamosos. Existen cerca de 161 especies de camaleones, la mayor parte de ellas en África al sur del Sáhara. En América se llama a menudo camaleones a lagartos de la familia de los anoles, que no guardan ningún parentesco especial con los verdaderos camaleones.

Son famosos por su habilidad de cambiar de color según las circunstancias, por su lengua rápida y alargada, y por sus ojos, que pueden ser movidos independientemente el uno del otro.

El grupo es bastante antiguo, ya que se conocen fósiles de camaleón procedentes del Paleoceno. La familia está emparentada con la de los agámidos.

Los camaleones varían grandemente en tamaño, desde los pequeños camaleones de la familia Brookesia los cuales tienen como 10cm de largo hasta los grandes de 80 cm Calumna parsonii. La especie más pequeña vive en la isla de Nosy-bé en Madagascar es Brookesia minima y en su fase adulta difícilmente supera el centímetro y medio. Muchos de ellos tienen adornos en la cabeza o en la cara como protuberancias nasales e incluso cuernos como en el caso de Chamaeleo jacksonii o largas crestas en la parte superior de la cabeza como Chamaeleo calyptratus. Muchas especies presentan dimorfismo sexual y los machos suelen estar más adornados que sus pares femeninas.

Las características principales que son compartidas por toda la familia son la estructura de sus patas, los ojos, la falta de oído y la lengua. Aunque no tengan oído externo son capaces de detectar vibraciones y sonidos de baja frecuencia, de unos 200Hz.

La familia tiene cada pata divida en dos "dedos" principales con un suave recubrimiento al centro. Estos dedos están equipados con fuertes garras que le dan tracción para trepar en troncos y ramas. Algo interesante en los camaleones es que ellos tienen dos garras en la parte exterior y tres en la parte interior en las patas delanteras. En cambio, en las patas traseras la disposición de los dedos es contraria a la de las patas delanteras.

Estructura de la lengua.

Los ojos es lo que más los distingue entre los reptiles. Cada ojo está recubierto por un párpado que deja libre sólo una pequeña área circular en el centro, la correspondiente al iris y la pupila. Pueden mover sus ojos, grandes y globosos, independientemente, lo cual les brinda una visión de casi 360°, con un pequeño punto ciego tras la cabeza. Cuando la presa es localizada ambos ojos pueden enfocarse en la misma dirección dándoles una visión estereoscópica y una percepción de profundidad.

Se mueven con extrema lentitud. Para atrapar a su presa utilizan la lengua, la cual puede ser extremadamente larga y que muchas veces supera en longitud a su propio cuerpo. Consiguen lanzar su larguísima lengua como un proyectil, con una velocidad y distancia sorprendentes, hasta casi un metro en algunas especies. Con su punta pegajosa atrapan los pequeños animales, principalmente insectos, de los que se alimentan, ingiriéndolos inmediatamente enteros, como es común en los reptiles. Sólo con la ayuda de la fotografías de alta velocidad es posible observar ese proceso en detalle.

Los camaleones son ovíparos. Una vez que la hembra está lista para colocar los huevos(3-6 semanas después de la fecundación), desciende hacia el suelo y comienza a excavar un hueco de 10 a 30 centímetros dependiendo la especie. Luego, entierra los huevos y deja el lugar. La cantidad de huevos depositados varía de especie en especie desde el Brookesia con 2 a 4 huevos hasta el Chamaeleo calyptratus ponen de 6 a 40 huevos. Los huevos tardan en incubar de 4 a 12 meses con excepción de los de Calumma parsonii, en esta especie la incubación puede durar de 18 a 24 meses. Los camaleones suelen alcanzar la madurez sexual en menos de un año (dependiendo de la especie) y pueden vivir del orden de 4 ó 5 años, si bien algunas especies de gran tamaño como los Chamaeleo melleri y los Calumma parsonii pueden llegar hasta los 15 años.

Algunas especies de camaleones como Chamaeleo jacksonii y Chamaeleo fuelleborni son ovovivíparos y dan a luz crías vivas. El tiempo de gestación puede variar de 4 a 6 meses dependiendo la especie.

La mayor parte de los camaleones habitan en África y en Madagascar, aunque algunas especies también se encuentran en partes del sur de Europa, Sri Lanka, India y Asia Menor. Diferentes especies habitan diferentes ambientes, como montañas, junglas, sabanas y a veces desiertos y estepas. Se cree que los individuos que viven en los sectores mediterráneos europeos derivan de ejemplares introducidos por el hombre en épocas remotas.

Los camaleones viven, en su mayor parte, en ambientes forestales, pero también se hallan algunos en matorrales, y algunas especies viven en el suelo, debajo de las hojas. Pueden pasar de un árbol a otro gracias a la habilidad prensil de su cola y de sus patas.

Además de la característica propia de cambiar de color, los camaleones también cambian de piel como las serpientes, dos veces al año.

Todos los camaleones son animales diurnos. Su periodo de mayor actividad es la mañana y el crepúsculo. Los camaleones no son cazadores activos. En vez de eso, prefieren sentarse, quedándose horas inmóviles, esperando que una presa pase por allí. Se alimentan básicamente de artrópodos y de pequeños vertebrados. En cautividad, también comen frutas como papayas, plátanos, y hasta crías de roedores. Pero esa dieta sólo es válida para animales adultos: las crías son casi exclusivamente insectívoras.

Los camaleones viven la mayor parte de sus vidas en solitario, y son bastante agresivos contra otros miembros de su misma especie. El hábito solitario sólo es abandonado en la época de apareamiento, cuando el macho desciende de los árboles en busca de hembras.

Los camaleones muerden cuando se les provoca, pero el mordisco no es muy doloroso y en caso de que se produzca una herida es conveniente desinfectarla.

Algunas especies de camaleón son capaces de cambiar de color, lo que es su característica más famosa.

Al contrario de lo que algunos creen, no son incoloros, ni mudan de color solo de acuerdo con el del ambiente; en realidad, el cambio de su color básico expresa más a menudo una condición fisiológica (relacionada con la temperatura o la hora del día) o una condición psicológica (provocada por la proximidad de un eventual adversario o pareja).

El cambio de color también tiene un papel importante en la comunicación durante las luchas entre camaleones: los colores indican si el oponente está asustado o furioso.

Accidentalmente, el cambio de color puede ayudar a la ocultación del animal, aunque esta no es una ocurrencia frecuente, y sí ocasional.

Los camaleones tienen células pigmentarias especializadas en varias capas de la dermis, bajo su epidermis externa y transparente. Las células de la capa superior, llamadas cromatóforos, contienen pigmentos amarillos y rojos. Bajo la de los cromatóforos hay otra capa cuyas células pigmentarias, los guanóforos, contienen una sustancia cristalina e incolora, la guanina. Los guanóforos reflejan, entre otras cosas, el color azul de la luz incidente. Cuando la capa superior con sus cromatóforos determina un color amarillo, la luz azul reflejada por los guanóforos se tiñe de verde (azul + amarillo). Aún más abajo se encuentra una capa rica en melanóforos, cargados del pigmento oscuro llamado (melanina) que también tiñe la piel humana. Estos melanóforos regulan el brillo, es decir la cantidad de luz reflejada. Todas estas células pigmentarias pueden regular la distribución de los pigmentos que contienen, ampliándola o contrayéndola, lo que da lugar su vez a las diferencias de brillo, tonalidad y dibujo que distinguen a los camaleones.

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