Un molino es un artefacto o máquina que sirve para moler utilizando la fuerza del viento, del agua. Por extensión el término molino se aplica coloquialmente (e impropiamente) a los mecanismos que utilizan la fuerza del viento para mover otros artefactos, tales como una bomba hidráulica o un generador eléctrico.
Los molinos de mano más antiguos conocidos son paleolíticos, y se usaban para la molienda de tubérculos,[1] pero su expansión es característica del Neolítico, la fase económica caracterizada por la extensión de la agricultura. Aunque siguieron moliéndose semillas de recolección, como bellotas o castañas, el producto principal pasó a ser los cereales, diversas gramíneas cultivadas en distintas partes del mundo. Los trigos se desarrollaron en Anatolia y Oriente Próximo entre diez y ocho milenios AEC. Es muy probable que la molienda del trigo para producir harina se hiciera primitivamente, por medio de majaderos y de morteros o bien machacándolo entre dos piedras: las mejoras de este último procedimiento ha debido conducir a la invención de los molinos de sangre, que alcanza basta la mas remota antigüedad y de ella se habla con frecuencia en la Biblia: Sansón hizo girar la muela entre los filisteos, etc. Homero habla también de ella en la Odisea. Los romanos empezaron a servirse de los molinos hidráulicos desde el siglo I a.C. En este trabajo empleaban los esclavos y los penados. Más tarde aplicaron también a él algunos animales.
La época de la invención de los molinos movidos por el agua no está bien determinada. Vitruvio hace la descripción de uno de estos aparatos pero Plinio, que escribía sesenta años después, habla de ellos como de una máquina cuyo empleo no es común. En Roma, los molinos de agua no se instalaron normalmente en los ríos hasta el reinado de Arcadio y Honorio. Belisario, que mandaba en Roma, en tiempos de Justiniano, cuando la ciudad fue sitiada por Vitigio, rey de los godos, hizo introducir en el Tiber los primeros molinos, de nave, conocidos. Estos molinos pasaron de Italia a Francia.DE VIENTO
Quizá sean los más famosos y conocidos, entre ellos los de La Mancha (en España), gracias a Don Quijote, pero los había por todas partes aunque muy especialmente en España, donde las corrientes de los ríos no eran tan importantes como en otros países europeos.
El molino de viento clásico consiste en una estructura de piedra de forma cilíndrica o troncocónica, de base circular, en la que se apoya una parte superior independiente, con las aspas que transforman la energía del viento en energía mecánica (movimiento). Esta parte superior (que además sirve de cubierta) es un entramado de madera que puede girar sobre el tambor de piedra para orientar las aspas según la dirección del viento, mediante un largo madero (gobierno; a la derecha de los molinos de la imagen) fijo a la cubierta y exterior al edificio, que se puede amarrar a unos hitos anclados al suelo.
En la parte superior del edificio, bajo la cubierta, hay unos ventanucos (que también se ven en la foto) que servían para que el molinero supiera la dirección del viento y, en consecuencia, pudiera orientar las aspas como mejor convenía con el gobierno.
Las aspas mueven una rueda casi horizontal (catalina) que, mediante otro engranaje (linterna), trasmite el movimiento del eje de las aspas a un eje vertical, que mueve la volandera.
Sobre las aspas se disponían unas lonas para recibir el viento, que se retiraban cuando no era necesario el movimiento, con lo que se aumentaba la duración de los mecanismos, que eran generalmente de madera y por lo tanto muy propensos al desgaste. En otros molinos, como en los de Cartagena, no hay aspas propiamente, sino solamente lonas, en forma de vela triangular, que se enrollaban en el palo del aspa, cuando no eran necesarias.
Otros usos de esta energía
La utilidad de los mecanismos de los molinos de viento para generar energía mecánica se ha aprovechado para otros usos, como sacar agua, de lo que son un ejemplo los empleados en los pólders de Holanda o los clásicos molinos de granja, con estructura metálica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario