EL CLIMA

domingo, 3 de julio de 2011

HOY REFLEXIONA BEDROSSIAN.


REFLEXION GUSTAVO BEDROSSIAN
GUSTAVO BEDROSSIAN ES PSICOLOGO
Y PASTOR.

“Estar atareado es una de esas malas costumbres bendecidas por muchas empresas, instituciones educativas y por los medios de comunicación. En efecto, en la sociedad actual, si no estás extremadamente atareado y estresado no te consideran importante. Sin embargo, el grueso de la sociedad no acierta a ver que estar ocupado y ser productivo son dos cosas absolutamente distintas…

… La clave está en esforzarse al máximo en las cosas importantes y esforzarse menos en las cosas sin importancia…

…La vida es más fácil cuando invertimos en simplificarla la mitad de tiempo que invertimos en complicarla”.

Así como no todo tiene el mismo valor para nosotros, no todo debe requerir el mismo esfuerzo. Vamos a pensarlo con un ejemplo. Tenemos una persona afirmando que sus prioridades en la vida pasan por cuidar su vida espiritual, disfrutar de su familia y desarrollar determinado hobby. OK, muy bien.

Uno supone entonces que pondrá toda su energía en estas áreas. Pero no es así. Llega a su casa e invierte gran parte de sus fuerzas en que todas las habitaciones estén impecables y ordenadas. Pasaron las horas, se hizo de noche, no quedó todo como esa persona quería, se peleó con la familia por el desorden, se frustró, ni que hablar de recreación o comunión con Dios.

Por más que esta persona grite a los cuatro vientos sobre sus prioridades, algo no encaja. En su forma de vivir, lo que reflejó es que el orden estuvo por encima del disfrute de la familia.

A mí por ejemplo, me gusta el orden, pero entendí que si empiezo el día dedicando tres horas a ordenar mi oficina, dejaré de lado la posibilidad de leer o escribir, por ejemplo. Así que puedo tener un orden razonable, pero poner más excelencia en lo que era la prioridad del día.

Amigo, lo que te preocupa durante el día marca tus prioridades (más allá de lo que le digas a los demás). No te autoengañes. Cuida tu vida espiritual, los afectos y el trabajo realmente productivo. No todo requiere excelencia.

Enviado por el psicólogo Gustavo Bedrossian (Buenos Aires-Argentina)


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