TERRACOTA
El Sarcófago de los esposos, elaborado en terracota pintada.
La terracota (del italiano terra cotta "tierra cocida") es la arcilla modelada y endurecida al horno, fundamento de los trabajos de cerámica, utilizada tanto para recipientes, como para la realización de esculturas y decoración arquitectónica. Incluso en Etruria, durante los siglos III y II a. C., se utilizó para la elaboración de sarcófagos. En Merimde fue empleada desde el cuarto milenio adC.
Desde los tiempos más remotos, la arcilla ha sido para el hombre el material más importante para elaborar objetos. Abunda en la naturaleza y es fácil de modelar simplemente con las manos, sin necesidad de utensilios. La arcilla es una mezcla de minerales con una pequeña cantidad de sustancias orgánicas.
Antes de que se inventara el torno, el hombre modelaba la arcilla con sus manos, preparando una pasta que luego apretaba y lavaba para finalmente dejarla decantar en pequeños recipientes. Una vez hecha esta operación, el amasijo se presionaba hasta darle forma, o bien enrollaba en espiral tiras de arcilla. El torno vino a facilitar el trabajo y ayudó a perfeccionarlo.
Si el objeto requiere para su terminación añadir un asa o un pitorro, estos elementos se incorporan después del trabajo del torno. Una vez terminada la pieza, viene el proceso del secado durante el cual la terracota pierde parte del agua. A continuación se cuece en un horno especial que alcanza poco a poco una temperatura de 1.300 a 1.400 grados. La masa se vuelve más dura y compacta. Una vez terminada la cocción, se deja enfriar despacio.
Para la realización de este trabajo se emplean estos utensilios: torno, horno, varillas y matrices. Con las varillas se hacen los acabados y los relieves cuando la arcilla está todavía blanda. además la terracota (del griego tierra) es de color amarilo a causa de su composición.
El Sarcófago de los esposos, elaborado en terracota pintada.
La terracota (del italiano terra cotta "tierra cocida") es la arcilla modelada y endurecida al horno, fundamento de los trabajos de cerámica, utilizada tanto para recipientes, como para la realización de esculturas y decoración arquitectónica. Incluso en Etruria, durante los siglos III y II a. C., se utilizó para la elaboración de sarcófagos. En Merimde fue empleada desde el cuarto milenio adC.
Desde los tiempos más remotos, la arcilla ha sido para el hombre el material más importante para elaborar objetos. Abunda en la naturaleza y es fácil de modelar simplemente con las manos, sin necesidad de utensilios. La arcilla es una mezcla de minerales con una pequeña cantidad de sustancias orgánicas.
Antes de que se inventara el torno, el hombre modelaba la arcilla con sus manos, preparando una pasta que luego apretaba y lavaba para finalmente dejarla decantar en pequeños recipientes. Una vez hecha esta operación, el amasijo se presionaba hasta darle forma, o bien enrollaba en espiral tiras de arcilla. El torno vino a facilitar el trabajo y ayudó a perfeccionarlo.
Si el objeto requiere para su terminación añadir un asa o un pitorro, estos elementos se incorporan después del trabajo del torno. Una vez terminada la pieza, viene el proceso del secado durante el cual la terracota pierde parte del agua. A continuación se cuece en un horno especial que alcanza poco a poco una temperatura de 1.300 a 1.400 grados. La masa se vuelve más dura y compacta. Una vez terminada la cocción, se deja enfriar despacio.
Para la realización de este trabajo se emplean estos utensilios: torno, horno, varillas y matrices. Con las varillas se hacen los acabados y los relieves cuando la arcilla está todavía blanda. además la terracota (del griego tierra) es de color amarilo a causa de su composición.
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