ANALFABETISMO
En cualquier contexto socio – cultural que se trate, en tanto problema social, la definición de analfabetismo variará con los cambios sociales y con las transformaciones experimentadas por las ciencias sociales que se ocupan de su estudio. Se transforman los organismos técnicos encargados de hallar y sugerir las soluciones; de entre estos organismos técnicos, la UNESCO es el más activo desde su creación misma tanto en los intentos por comprender como por paliar esta realidad mundial.
En 1960, en una Conferencia Mundial de Educación de Adultos en Montreal, Canadá, se definió al analfabeto como: "la persona que no es capaz de leer ni de escribir, comprendiéndola, una breve y sencilla exposición de hechos relativa a su vida cotidiana".
Más tarde se arriba a la definición de "analfabetismo funcional": "lejos de constituir un fin en sí, la alfabetización debe ser concebida con miras a preparar al hombre para desempeñar una función social, cívica y económica que rebase ampliamente los límites de una alfabetización rudimentaria reducida a la enseñanza de la lectura y de escritura".
Debe considerarse como funcionalmente analfabeta a la persona que no puede emprender aquellas actividades en las que la alfabetización es necesaria para la actuación eficaz de un grupo y comunidad y que le permiten así mismo seguir valiéndose de la lectura, la escritura y la aritmética al servicio de su propio desarrollo y del desarrollo de la comunidad".
Una de las formas más comunes del "analfabetismo funcional", al que se hace referencia, es el analfabetismo "por desuso". Una persona que nunca ingresó al sistema educativo es, obviamente, analfabeto, debido a que no estuvo expuesta a los beneficios de la escuela. Pero hay otros casos, en que esa exposición fue demasiado breve, y, por lo tanto, no llegaron a fijarse y consolidarse los conocimientos impartidos. En estos casos, en que la asistencia a la escuela fue menor a 4 o 5 años, se "recae" en el analfabetismo en un lapso relativamente breve.
Otra situación de potencial recaída en el analfabetismo se da cuando las condiciones de marginalidad socio – cultural y de aislamiento geográfico no ponen al individuo en contacto con material escrito, y cuando la habilidad de la lecto-escritura no es ejercitada. Es analfabeto aquel que, por haber nacido en el seno de familias marginadas geográfica o culturalmente, no pudo acceder al sistema educativo, o no pudo permanecer en él el tiempo suficiente para incorporarse en la cultura predominante en su sociedad. Más tarde, las características de su incorporación a la comunidad, en especial en su vida laboral y en sus posibilidades de ejercicio cívico, no lo estimularon ni, mucho menos, le exigieron que se alfabetizara.
Así, la sociedad le asignó el rol de "analfabeto" ya sea por no proveerle la escuela en su lugar de residencia, por brindarle una escuela inadecuada a sus necesidades culturales, o por asignarle otros roles a la edad en que debería haber sido solamente alumno primario. De esta manera, la sociedad afianzó su rol de analfabeto al asignarle el lugar reservado en la estructura ocupacional para los individuos sin ninguna educación formal.
En síntesis, la definición de analfabetismo y de analfabeto como manifestación concreta, en tanto individuo y en tanto integrante de un grupo, debe enmarcarse en las diversas dimensiones de la vida social. Estas dimensiones son la cultural, la económica (estructura productiva e inserción laboral específica), la política (organización del Estado y posibilidades de participación cívica) la educativa, como resultante del interjuego entre las demás dimensiones.
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