EL CLIMA

jueves, 9 de diciembre de 2010

CUENTITO


UN CUENTITO SOBRE PUNTUALIDAD INGLESA
Dice el tópico que los mediterráneos y latinoamericanos tenemos la sangre caliente (lo que nos hace interesantes), y que llegamos siempre tarde (lo que nos hace desesperantes). Por eso tenemos mucho que aprender de la puntualidad inglesa.
Cuando a Julio Verne se le ocurrió escribir sobre un tipo que daba la vuelta al mundo en 80 días, creó el personaje de Phileas Fogg (Willy Fog para algunos). Puesto que el viaje debía conectar varios medios de transporte, el personaje debía ser metódico y ridículamente puntual. Por eso Verne lo hizo inglés. Bueno, por eso y porque la mayoría del trayecto iba a transcurrir por tierras del imperio británico, con lo que ser inglés ayudaba. Pero en cualquier resultaba creible que un inglés fuera puntual. “Los imprevistos no existen” dice Fogg.
Dice la leyenda que a Verne se le ocurrió la historia leyendo un artículo sobre la inauguración de un nuevo tramo de tren en India. Precisamente Phileas Fogg comenta esta noticia con sus amigos en el Reform Club, uno de los “Gentlemen Club” más prestigiosos de Londres, incluso hoy. La conversación deriva en una apuesta de dar la vuelta al mundo en 80 días, empezando aquella misma tarde tomando el tren desde Londres hacia Dover.
Trenes. Ahí quería llegar. La fama de puntualidad de los trenes ingleses es también mundialmente conocida. Por eso al comprobar que los trenes por la mañana llegan sistemáticamente tarde, me molesté en buscar en la página web de la compañía ferroviaria si había alguna referencia a la puntualidad. Y la había. Y para colmo decían que tienen un 90% de puntualidad. Cómo pueden decir eso?
La respuesta está en la letra pequeña, la “fine print” como dicen aquí.
“Puntualidad: Porcentaje de trenes en hora punta que llegan a su destino dentro de los cinco minutos de diferencia con el horario previsto”
Traducción: si el tren llega cinco minutos tarde, ha llegado puntual. Esta aparente contradicción puede ser muy útil. De ahora en adelante, cuando llegues cinco minutos tarde y la persona con quien te tienes que encontrar te esté esperando mirando al reloj puedes decir con aire solemne “llego con puntualidad inglesa”. Y si llegas diez minutos tarde, te disculpas diciendo que sólo son cinco minutos fuera de la puntualidad.

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