EL CLIMA

lunes, 15 de noviembre de 2010

UN TOQUE DE VOLTAIRE


EXAGERACIÓN

Exageración -  Diccionario Filosófico de VoltaireExagerar es propio del espíritu humano. Los escritores más antiguos agigantaron la estatura de los primeros hombres, dotándolos de una vida diez veces más larga que la nuestra. Supusieron que las cornejas vivían trescientos años, los ciervos novecientos y las ninfas tres mil. Si Jerjes pasa a la Grecia, lleva tras él cuatro millones de soldados. Cuando una nación gana una batalla, pierde casi siempre muy poca gente y mata gran cantidad de enemigos. Quizá por eso dicen los salmos: Omnis homo mendax.

Todo el que cuenta algo debía ser escrupuloso en lo que refiere, y siempre exagera para que le oigan con interés los que le escuchan. Este defecto ha desacreditado a los viajeros, y se desconfía de ellos. Cuando un viajero ve una col grande como una casa, otro viajero ha visto la marmita para guisar esa col, como en una de sus fábulas dice La Fontaine. Sólo la unanimidad de testimonios válidos pone el sello de probabilidad a las relaciones extraordinarias.

La poesía sobre todo es el campo de la exageración. Todos los poetas trataron siempre de atraer la atención de los hombres por medio de imágenes sorprendentes. Cuando un dios camina en la Ilíada, va hasta el fin del mundo en cuatro zancadas. Antiguamente no valía la pena de hablar de montañas para dejarlas en su sitio; era preciso hacerlas saltar como cabras, o fundirlas como si fuesen de cera.

La oda, en todas las épocas, fue consagrada a la exageración. Cuando más filósofa llega a ser una nación, más pierden en ella su valor las odas llenas de entusiasmo, que nada enseñan al hombre.

La exageración se refugió como en su último asilo en las oraciones fúnebres. Por eso este género de elocuencia se tiene por declamatorio, y el gran mérito de Bossuet consistió en hacer sentir y conmover al público usando un género que es muy a propósito para fastidiarle.

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