SOBRE EL DELIRIO

SOBRE EL DELIRIO

El delirio aún no se vincula a una enfermedad específica, pero frecuentemente tiene importancia en el diagnóstico de la esquizofrenia, del autismo y del trastorno bipolar.

Es importante destacar que no todo lo que parece delirio realmente lo es, pues alguien puede tener la firme idea de que la tierra es redonda y no por eso delira. Sin embargo, tener creencias alejadas de la realidad física como considerar que uno le están robando sus pensamientos o que es testigo de la resurrección pueden ser consideras como delirios extraños.

Los delirios pueden pasar desapercibidos toda la vida. No obstante los delirios se pueden clasificar como Erotomaníaco, de Grandiosidad (como Napoleón), Persecutorio, Somático, Celotípico, Mixto y No Especificado.

El delirio persecutorio es una rama de la paranoia que puede ser de dos tipos: en forma física, en la cual se sujeto se siente controlado y acorralado por individuos que quieren quitarlela vida, y la persecución psíquica en la que la persona considera que la agreden moralmente para desprestigiarle.

Hay muchos análisis acerca de la formación de las ideas delirantes persecutorias. Sin embargo, muchos coinciden en que las personas que sufren de delirio persecutorio tienen las siguientes características:

1. Atienden de forma selectiva a toda información amenazadora
2. Se precipitan a tomar conclusiones basadas en información insuficiente.
3. Piensan que los persecutores los encuentran a donde quiera que van y les hacen saber su presencia por cartas, envenenamientos e influencias indirectas.
4. Exageran la realidad desmesuradamente.
5. Tienden a interpretar y a explicar todo.
6. Son ansiosos.
7. Se muestran constantemente alterados.

8. Atribuyen acontecimientos negativos a causas personales externas y tienen dificultad para concebir las intenciones, motivaciones o estados de ánimo de los demás.

Si usted tiene la mayoría de estas características, es recomendable que acuda al psiquiatra, para recibir ayuda. Estas patologías no tienen curación, pero el tratamiento con fármacos ayuda a controlar la ansiedad, el automatismo mental y la excitación.