Es campeona de boxeo, atiende el bar de Ideas y se ve en el Bailando
Carolina Duer.
La campeona sudamericana de las Súper Gallo trabaja en el bar de la productora de Tinelli. ¡Ojo, farándula!
Hay personas que son capaces de desarrollarse en ámbitos completamente diferentes con total naturalidad, pero el caso de Carolina Duer, de 32 años, es particularmente especial. Es que esta chica dueña de una simpatía muy particular, no sólo es boxeadora, sino que es la actual campeona Sudamericana de peso Súper Gallo, y durante la noche trabaja como camarera y cocinera en el bar de la productora Ideas del Sur, donde gracias a su extrovertida personalidad, se hizo amiga de varios famosos. Su vida es muy particular y por eso, mientras cuenta que a fin de año puede llegar a pelear por el título mundial de su categoría, recuerda que María Eugenia Ritó se fue de “ShowMatch” y le quedó debiendo $30. “No tengo ningún problema en decirle a Ritó que cuando vuelva a Ideas pase por el bar y me pague lo que me debe”, dice, y con una risa un tanto tímida deja en claro que lo que termina de decir no es un chiste. Carolina empezó en el mundo del boxeo de casualidad, ya que acompañó a una amiga a la Confederación Argentina de Box para averiguar detalles de los entrenamientos. “Cuando llegué con mi amiga nos pusimos a mirar cómo entrenaban y enseguida se acercó Alberto Zacarías, que hoy es mi entrenador, para preguntarme si quería boxear”. Después de realizarse los estudios médicos necesarios comenzó con los entrenamientos y desde el 2004 no se alejó más del cudrilátero. “Me acuerdo que al primer entrenamiento llegué con ropa linda y toda pintada. Al entrar al gimnasio sentí que todos me miraban y, para colmo, a los diez minutos empecé a transpirar y se me corrió todo el maquillaje. Fue un papelón y me dio mucha vergüenza”, recuerda. Después de ese paso de comedia en su primer día de entrenamiento, Carolina se propuso tomarse en serio el boxeo. “A los dos meses me ofrecieron sacar la licencia de amateur cuando por lo general se saca a los seis meses. Como amateur hice 20 peleas, gané 19 y una fue por knock-out. Después, a los tres años de comenzar a boxear me convertí en profesional. Empecé bárbaro porque gané en el debut, pero las tres peleas siguientes las perdí y ahí casi tiro la licencia a la miércoles". Pero una vez más tuvo su revancha. "El 10 de junio obtuve el título Sudamericano que estaba vacante”, explica con orgullo, y enseguida aclara que su próximo objetivo puede llegar antes de fin de año. “Si me va bien en mis próximas defensas puedo quedar ubicada entre las primeras tres del ranking mundial y eso me daría la oportunidad de pelear por el cinturón del mundo, que es mi objetivo”. Buenas IdeasA pesar de su presente brillante, Carolina no descarta llevar adelante algunas de las ideas que le dan vuelta por su cabeza. “Si me ofrecen para hacer algo en la tele seguro que agarro viaje y más si tiene que ver con el boxeo. Recuerdo que cuando era chiquita me gustaba mucho ir a clases de teatro”, confiesa sin ningún tipo de pudor. Es que ella se reconoce como una persona de carácter fuerte y por eso su madre y su hermana, que también trabajan en el bar de Ideas del Sur, le pidieron que vaya cuando hay mayor movimiento. “Yo estoy en el bar los días que hay programas en vivo a la noche porque ahí hay mucha gente y más de uno se quiere hacer el vivo”, explica, y entendiendo a la perfección hacia dónde va la charla empieza con los detalles. “A Mariano Iúdica lo tengo que perseguir para que me pague porque es un colgado y consume mucho. Los custodios de Ricardo Fort sólo comen si estoy yo, porque les hago comidas energéticas. Lola Ponce me vino a ver porque quiere empezar boxeo y Matías Alé toma las vitaminas que le recomendé porque lo veía muy cansado”, dice de un tirón cómo si se tratara de un ping pong de anécdotas.Sin embargo, eso no es todo, porque la constante iniciativa de Carolina la llevó a convertirse en la entrenadora particular de los nietos de Susana Giménez y, cómo si fuera poco, le propuso a Ricardo Fort integrar el plantel de custodios. “A Fort le propuse contratarme de custodio por si llegaba a tener algún problema con una mujer”, cuenta de manera divertida. Por el contrario, cuando cuenta su encuentro con su colega “la Mole” Moli se pone seria. “ A Moli le pedí que me nombrara en el programa cuando gané el título y me dijo que sí, pero no me nombró y yo me quedé como una boluda en el estudio con el cinturón colgado”.Para terminar, Carolina se anima a soñar en voz alta sobre el futuro: "Me veo haciendo algo relacionado con el boxeo y participando de un Bailando", concluye.
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