Robin Hood fue un arquetípico héroe y forajido del folclore inglés medieval, su existencia se sitúa entre el siglo XII y el siglo XIV. Su nombre significa “Petirrojo Encapuchado".[1]
Según la leyenda, Robin Hood era un varón llamado Robin Longstride o Loxsley, quien era de gran corazón y vivía fuera de la ley escondido en el Bosque de Sherwood y de Barnsdale, cerca de la ciudad de Nottingham. Hábil arquero, defensor de los pobres y oprimidos, luchaba contra el sheriff de Nottingham y el príncipe Juan Sin Tierra, que utilizaban la fuerza pública para acaparar ilegítimamente las riquezas de los nobles que se le oponían. En la Inglaterra del medievo, todo individuo que se oponía a los edictos reales era considerado un forajido.
Los historiadores buscaron ávidamente un Robin Hood real, y encontraron personajes con nombres parecidos, que bien pudieron ser el legendario bandido, aunque en épocas posteriores al reinado de Juan sin Tierra.
Las investigaciones de Joseph Hunter revelaron que un hombre llamado Hood vivió en Locksley y Wakefield, en el condado de York. Era sobrino de un herrero al servicio de un noble, y había nacido en 1290. En 1322, Thomas, conde de Lancaster, alzó en armas a sus súbditos, entre los que se contaba Bob o Robin Hood, contra el Rey Eduardo II de Inglaterra. La rebelión fue aplastada y se supone que Robin se refugió en el campo de Barnsdale, lindante con el de Sherwood. Se supone también que Robin atacó constantemente a los comerciantes que atravesaban el campo, hasta que el propio rey y otros nobles, disfrazados de monjes, fueron por él y lograron que el bandido prometiera fidelidad al soberano. Todas estas suposiciones adosadas a los datos sobre la existencia de un Robin Hood en tiempos de Eduardo II, fueron recogidas en La pequeña gesta de Robin Hood por Wyrkyn de Worde, primero en popularizar el uso de la imprenta en Inglaterra y primero en señalar a Robin como Robert Frizhood, conde de Hunttington. Esta obra fue publicada en 1459. Hay quien sostiene que el Conde de Hunttington, un noble que en 1160 inició un enfrentamiento, tras ser despojado previamente de su Título, con el rey de Inglaterra, dió origen a tal ficción. Sin embargo, otros estudiosos insisten en situarlo en el siglo XIV bajo el nombre del forajido Robert Hood, personaje este contemporaneo del Rey Ricardo Corazón de León. El Robin histórico reaparece en registros de 1324, que prueban que recibió salarios en el palacio real. La leyenda dice por su parte que este Robin volvió a los bosques para continuar sus aventuras, hasta que, herido de muerte, se refugia en el convento de Kirklees. Antes de expirar, dispara con su arco a través de una ventana y pide que lo entierren donde caiga esa flecha. Cerca del convento, una antigua lápida señala el lugar en el que supuestamente cayó la flecha y Robin fue sepultado.
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