EL CLIMA
lunes, 20 de septiembre de 2010
CURANDO LA ANSIEDAD
CURAR ANSIEDAD Y DEPRESION.
APRENDE A RELAJARTE
ANSIEDAD RELAJACION unida a la concentración, lleva a la meditación, que es el encuentro consigo mismo. Esto puede ocasionar estados de gran actividad creativa y de respuestas sinceras. Sin embargo, se trata de una herramienta que, si destapa traumas profundos, debe complementarse con la terapia profesional contra la Ansiedad-
La rigidez, el dolor muscular y de cabeza, lo que se llama estrés, atentan contra la capacidad física y corporal, contra la explotación de las máximas capacidades de una persona en función de los objetivos de su vida. El buen desempeño está vinculado estrechamente con el bienestar, y cuerpo y mente no se pueden desvincular.
Una vez que hemos determinado en qué circunstancias específicas desarrollamos ansiedad, el primer paso para la aplicación de la solución efectiva es relajarnos completamente. Créalo o no, usted puede aprender a relajarse con bastante facilidad. Para ello debe buscar un asiento cómodo, o acostarse boca arriba en su cama. Debe ser un lugar y un momento donde exista el menor número de distracciones posible. Cada vez que haga esto cierre los ojos, tome una respiración profunda exhalando lentamente.
Buscar un lugar tranquilo y asumir una posición cómoda. Una vez que lo haya logrado, cierra sus ojos y comienza a tomar respiraciones profundas exhalando lentamente. Entonces se comienza a repetir a sí mismo la frase: `Me estoy relajando completamente y comienza a concentrar su atención en cada uno de los puntos de tensión de su cuerpo.
Existe una herramienta para lograr la armonía, que es la relajación, y ésta se puede alcanzar con una serie de técnicas, de las que hay tantas que difieren en formas y filosofías. La relajación constituye una ventana hacia la meditación y oración, que es algo más profundo, más íntimo. La meditación acompañado de la oración transgrede el plano físico, es decir, el bienestar muscular logrado con la relajación, para llegar a un encuentro consigo mismo y con su creador.
La meditación y la oración nos trae la sinceridad a las preguntas que surgen en ese estado de subvigilia: Qué se quiere en la vida y la manera de lograrlo, creyendo que es posible encontrar la paz para nuestro espíritu.
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