EL CLIMA

viernes, 6 de agosto de 2010

INCONSCIENTE

























INCONSCIENTE

En el lenguaje corriente, el término inconsciente se utiliza como sustantivo para designar el conjunto de los procesos mentales que no necesitan depender de una prioridad, pues o bien no son relevantes para la tarea que se está desarrollando o porque ya tienen un camino establecido que atiende a esos eventos de forma automática, por lo que no son pensados conscientemente. También se puede emplear como adjetivo, con una connotación peyorativa, para hablar de un individuo irresponsable o loco, incapaz de dar razón de sus hechos y gestos.

Empleado por primera vez como término técnico en lengua inglesa en 1751 (con la significación de no consciente) por el jurista escocés Henry Lord Kames (1696-1782), el término inconsciente se popularizó más tarde en Alemania, en la época romántica, (por ejemplo, en un poema de Goethe "A la luna" (1777) se utiliza por primera vez el término en alemán: "unbewusst") designando un depósito de imágenes mentales, una fuente de pasiones cuyo contenido escapaba a la conciencia.

En psicoanálisis, el inconsciente es el concepto clave de la teoría, puesto que constituye su principal objeto de estudio, y designa en el sentido tópico un sistema y un lugar psíquico desconocido para la conciencia ("la otra escena") y en el sentido dinámico al conjunto de los contenidos reprimidos que son mantenidos al margen, apartados de la conciencia, aún cuando ellos muestren una permanente efectividad psíquica e intensa actividad a través de mecanismos y formaciones específicas.


Es precisamente la conceptualización de la teoría del inconsciente, entre otras razones de índole teórico y personal, la que generará la separación entre Freud y Jung. Será este último el que replantee y amplíe el carácter personal del inconsciente freudiano, extendiéndolo «ad infinitum» a un inconsciente colectivo cuyo contenido primordial serán los arquetipos. De este modo, y siempre desde el marco teórico de la Psicología analítica del autor suizo, el inconsciente quedará estratificado en dos niveles:

  1. La propia denominación del inconsciente de Freud, al que llamará inconsciente personal, aceptando y diferenciando así la postulación freudiana, y donde los contenidos centrales o constelaciones del inconsciente serán distinguidos bajo el término de complejos, residiendo un arquetipo en el núcleo de cada uno de ellos.
  2. El propio inconsciente colectivo, sede de y constituido por los arquetipos.

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