EL CLIMA

lunes, 26 de octubre de 2009

INFORME















Desde Francia el presidente Nicolas Sarkozy, creó una comisión para que investigara los límites del PBI para evaluar la situación del país y hace un mes una comisión encabezada por
el premio Nobel Joseph Stiglitz informó que el PBI se utiliza erróneamente, en particular cuando se lo aplica como medida del bienestar social. ¿Un alto índice del PBI per cápita significa que los habitantes son más felices?. La conclusión del informe es que no y, en consecuencia, sugiere que se haga algo así como el PBI de la felicidad. Incita a tomar más en cuenta las actividades no mercantiles, como el trabajo doméstico, el voluntariado y el esparcimiento, pero también el acceso a la educación y a la salud, y el nivel de seguridad. En Latinoamérica, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) presentó a fines de 2008 un informe que propuso incluir la felicidad y la satisfacción con la propia vida para entender a los latinoamericanos. De allí sugiere que los argentinos están más felices con sus propias vidas que con el curso del país y que perciben la realidad peor de lo que se supone que es. Los expertos del BID propusieron una ecuación que arrojó resultados. Si se quedara sin amigos a quienes acudir, debería ganar 7,5 veces más para sentirse igual de feliz. Si perdiera su salud, su ingreso debería ser 3,6 veces mayor; si perdiera la fe, necesitaría 3,3 veces más dinero, y para compensar la angustia de no poder pagar sus alimentos necesitaría 10 veces su salario. Quedarse sin teléfono parece ser una gran angustia: necesitaría duplicar sus ingresos, aunque si se divorciara, sería suficiente sólo con recibir un aumento del 60%. El 70% de los argentinos se define como feliz, porcentaje que se mantiene estable pese a la crisis económica. Cuando se le preguntó a la gente si la crisis incidía en su felicidad, el 85% dijo que sí, pero el 53% aclaró que no mucho. Entre las principales causas de la infelicidad son, según el estudio, el desempleo, el atravesar problemas vinculares o el sufrir pérdidas significativas.
El empleo es una de las cosas que nos quitan más felicidad, según el estudio: el 45% dijo que el trabajo lo hace poco feliz, sobre todo por la cantidad de horas que insume, por el poco dinero que se gana y a causa de la mala relación con los jefes. Como contrapartida, cuando se les preguntó qué los harían más felices, "ganar más dinero" fue la respuesta más repetida. El World Database of Happiness es un instituto de la Universidad Erasmo de Rotterdam, Holanda, dedicado a estudiar la felicidad mundial. Mide la alegría argentina, entre otras, desde 1981. Los últimos estudios que muestra son de 2009 e indican que somos más felices que en aquel entonces y aumenta desde 2002. En septiembre último, elaboró un ranking mundial de esperanza de vida feliz. Este indicador mide cuántos años felices se espera que una persona transite en toda su vida, en función del lugar en el que nace y vive. Los argentinos tenemos una esperanza de vida feliz de casi 55 años (54,9), lo que ubica al país en el puesto 25° entre 140 y que es liderado por Costa Rica con 66,7 años de vida alegre. Según el último ranking mundial de felicidad que elabora regularmente la consultora Gallup TNS, a principios de 2009 se señaló que la Argentina se ubica en el puesto 13 de 56 países ordenados según la felicidad de sus habitantes según informa el diario la Nación. El informe destaca que, aunque el 84% de la población argentina se define como muy feliz o bastante feliz, llama la atención que seamos personas que nos preocupamos mucho por las cosas que nos ocurren. Así, sólo el 35% de los argentinos dijo que se toma las cosas como son, mientras que, a nivel mundial, el 62% de la gente dijo que no se hace problema por las cosas. En síntesis, los argentinos viven más preocupados que el resto del mundo, aunque esto no incide en su felicidad.

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