sábado, 25 de julio de 2015

SOBRE LOS DIALECTOS


En lingüística, la palabra dialecto  hace referencia a una de las posibles variedades de una lengua frecuentemente se usa el término dialecto para referirse a una variante geográfica de una lengua asociada con una determinada zona (de ahí que también se use como término sinónimo la palabra geolecto o, en terminología de Eugenio Coseriu, las expresiones variedad sintópica y norma espacial)

Al igual que ocurre con el caso de lengua, las definiciones del término dialecto no son muchas veces coincidentes entre los especialistas.




Con todo, se asume como principio básico que, lingüísticamente, no hay justificación para una distinción entre las realidades a las que ambos hacen referencia; esto es, tanto un dialecto como una lengua son «lenguas», en el sentido de sistemas de comunicación verbales,  por lo que la explicación y justificación de ambos conceptos debe hacerse teniendo en cuenta criterios extralingüísticos. Un dialecto, por tanto, sería una variedad regional derivada de otra lengua matriz. El castellano, gallego o catalán serían, por tanto, dialectos del latín independientemente de su categorización como lenguas. El andaluz o murciano serían dialectos meridionales del castellano, en cuanto derivan y son variantes lingüísticas del idioma castellano sin llegar a tener el rango necesario para considerarse lenguas.


El inglés y el serbocroata son un buen ejemplo de esto. Estos idiomas tienen tres variantes principales consideradas como estándares: el inglés de Reino Unido, Estados Unidos y Australia (otras variantes, como el inglés de Belice, Nigeria e India son llamadas «variantes indígenas»). El serbio y el croata por otra, junto con otras variedades no tan habladas, son mutuamente inteligibles. Por razones políticas, analizar estas variedades como «lenguas» o «dialectos» produce resultados inconsistentes: el inglés británico y el inglés americano, hablados por grandes aliados políticos y militares, son considerados casi universalmente como dialectos del inglés. Sin embargo, los idiomas estándar de Serbia y Croacia, cuyas diferencias son comparables en número con las diferencias entre el inglés británico y el inglés americano, son considerados por muchos lingüistas de la región como idiomas diferenciados, aduciendo entre otras razones que usan alfabetos distintos; pero en buena parte se debe a que la relación entre ambos países es conflictiva, teniendo en la religión (católica entre los croatas, ortodoxa entre los serbios) un signo de identidad diferenciada.

Dado que cualquier dialecto lo es siempre de una lengua, es necesario manejar algún tipo de criterio para adscribir los dialectos a las lenguas que les corresponden, algo que no siempre es fácil. Históricamente, se han manejado los siguientes criterios para decidir si dos sistemas lingüísticos son dialectos de la misma lengua.

que, aun siendo diferentes, sean mutuamente inteligibles sin necesitar un aprendizaje previo;
que formen parte de un territorio políticamente unificado;
que posean un sistema de escritura común y compartan una tradición literaria.
El primero de estos criterios pretende tener una base lingüística objetiva, sin embargo, al ser la inteligibilidad una cuestión de grados no permiten en todos los casos una clasificación adecuada de los dialectos. Por el contrario el segundo criterio es de tipo político más que lingüístico, mientras que el tercero se refiere a factores culturales e históricos accidentales que no tienen porqué reflejar criterios lingüísticos.

Así las cosas, no existen criterios científicos universalmente aceptados para distinguir las «lenguas» de los dialectos, aunque existen varios criterios que presentan en ocasiones resultados contradictorios.

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