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Publicado por Rosa
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Las cirugías estéticas tienen sus ventajas y sus inconvenientes pero hay que tener en cuenta cuál es el verdadero motivo por el que nos sometemos a ellas. En una gran mayoría de ocasiones, estas operaciones esconden complejos y trastornos psicológicos que deben ser diagnosticados y tratados.
Los cánones de belleza han cambiado drásticamente con los años, pasando de anchas caderas a cuerpos esqueléticos, los cuales se imponen como ideales en la actualidad. Para alcanzar este ideal, la cirugía se presenta como el método más veloz y eficaz. La realidad es que el mercado ha establecido unas normas y condiciones, en relación al cuerpo, que las personas deben alcanzar. Por desgracia, éste ha pasado a ser una mercancía, un objeto que es necesario moldear y cambiar mediante la explotación, manipulación, etc.
lo que se esconde detrás de la cirugía estética
Muchas personas que se someten a las operaciones de cirugía estética buscan parecerse a un canon ideal pero irreal que se muestra en los diferentes medios de comunicación como el único válido. Ahora bien, los medios de comunicación no son el principal factor que genera esta necesidad de ser perfectos/as sino que más bien es el espejo de nuestra sociedad y, evidentemente, contribuye a la permanencia de este fenómeno.
Esta necesidad de parecerse a lo “ideal” nos lleva a perder nuestra propia identidad. No debemos olvidar que se trata de una imposición, por lo tanto, nos encontramos en una situación de absoluta falta de libertad. Operarse para parecerse a algo o alguien no significa ser libres, sino más bien ser esclavos de ello. Somos libres cuando podemos hacer aquello que deseamos, sin coacciones, sin miedo a las consecuencias… Al desear ser como otra persona estamos eliminando nuestra libertad, ya que no estamos siendo como realmente queremos sino como otros quieren que seamos.
Corea del Sur se encuentra en la primera posición en el ranking de los países donde más cirugías estéticas se realizan. Las intervenciones realizadas son tan sorprendentes que muchas personas necesitan llevar consigo un certificado médico, ya que al realizar el control del pasaporte, las autoridades no reconocen a la persona pues su aspecto original (recogido en el documento) no tiene ni punto de comparación con el actual. En el caso de los coreanos, por ejemplo, éstos desean adoptar una apariencia occidental renunciando así a su identidad.
Para finalizar me gustaría destacar que, evidentemente, la cirugía estética tiene grandes ventajas relacionadas tanto con la salud como con la estética. Ahora bien, una cosa es eliminar algún complejo que nos afecta en nuestra vida cotidiana, por nosotros mismos y no a causa de los demás, y otra muy distinta es desear y necesitar cambiar nuestro aspecto para parecernos a algo que la sociedad y sobre todo, el mercado nos está vendiendo. Esto último supone renunciar a lo que somos y a lo que nos gustaría ser. No olvidemos que siempre deseamos aquello que no podemos tener pero debemos preguntarnos si realmente lo necesitamos y si lo hacemos, por qué motivo. Creo que responder a estas preguntas es clave para conocernos y, sobre todo para decidir si afrontar o no una operación de cirugía estética.
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