La yerra, que en algunos lugares se llama hierra y en otros conserva su antiguo nombre fierra, es un acontecimiento durante el que se realizan varias tareas propias del campo. La principal (y de la que proviene su nombre), es la marcación del ganado orejano (sin marca de dueño), que se hace con un hierro al rojo sobre el cuerpo del animal. Luego se recuentan y se anotan los nuevos animales marcados. Los registros más remotos sobre esta costumbre de marcar el ganado parecen ser del antiguo Egipto, unos 2000 años antes de Cristo.
En algunos lugares, en lugar de utilizar el hierro candente, se los marca con un corte o perforación en una oreja, con forma y ubicación distintas, características de cada propietario. Se marca la oreja izquierda o la derecha según el sexo. De esta costumbre deriva el nombre de orejana (oreja sana) para la hacienda no marcada.
Y ya que se van inmovilizando las reses, se aprovecha para hacerles otras tareas, como la castración de los machos jóvenes que no se destinarán a la reproducción, la aplicación de vacunas, de desparasitantes, o de medicamentos y curaciones a los animales que los necesiten, etc.
La yerra es siempre un gran acontecimiento en el campo de distintos países, es una ocasión festiva. Suele realizarse durante el otoño, cuando todavía no han llegado los fríos fuertes pero ya se han ido los calores del verano con sus moscas, que podrían embichar la quemadura de la marca o las heridas de la castración. El dueño de los animales, si su nivel económico lo permite, brindará un abundante asado (parrillada o barbacoa) para los invitados y para el personal, generalmente acompañado de suficiente vino, para cuando ha concluido el trabajo del día. En ese asado se incluye, como plato especial, las criadillas (los testículos) obtenidas de la reciente castración. Luego se organizarán partidos de taba, de truco, y hasta de bochas para los más viejos. En un aparte, los guitarreros, curados por el vino, entonan la música del país. A la noche se arma a veces un baile según la costumbre de la zona.
Tradicionalmente la marca se pone sobre el anca izquierda, lugar bien visible desde lejos; pero hoy algunos ponen la marca en la mandíbula para no estropear el valor del cuero. La marca es exclusiva; generalmente se diseña a partir de las iniciales del dueño o de las del establecimiento, adornadas y estilizadas de manera que no haya confusión y que no admita una superposición de otra marca, para evitar el cuatrerismo.
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