EL CLIMA

martes, 5 de febrero de 2013

ORIGEN DEL HOLOCAUSTO
























La Noche de los Cristales Rotos (en alemán: Reichspogromnacht, Reichskristallnacht o Novemberpogrome) o la Noche de los Cristales (en alemán: Kristallnacht) fue una serie de pogromos y ataques combinados ocurridos en la Alemania nazi y Austria durante la noche del 9 al 10 de noviembre de 1938 y llevado a cabo por las tropas de asalto de las SA conjuntamente con la población civil, mientras las autoridades alemanas observaban sin intervenir.1
Presentado por los responsables nazis como una reacción espontánea de la población tras el asesinato, el 7 de noviembre de 1938, de Ernst vom Rath, secretario de la embajada alemana en París por un joven judío polaco de origen alemán, Herschel Grynszpan, los pogromos fueron ordenados en realidad por el canciller del Reich, Adolf Hitler, organizados por Joseph Goebbels y cometidos por miembros de la Sturmabteilung (SA), la Schutzstaffel (SS) y las Juventudes Hitlerianas, apoyadas por el Sicherheitsdienst (SD), la Gestapo y otras fuerzas de la policía.
Estos pogromos fueron dirigidos contra los ciudadanos judíos y sus propiedades, así como también la destrucción de las sinagogas de todo el país.2 Los ataques dejaron las calles cubiertas de vidrios rotos pertenecientes a los escaparates de las tiendas y a las ventanas de los edificios de propiedad judía.2
Al menos 91 ciudadanos judíos fueron asesinados durante los ataques y otros 30 000 fueron detenidos y posteriormente deportados en masa3 a los campos de concentración de Sachsenhausen, Buchenwald y Dachau.4 5 2 Las casas de la población judía, así como sus hospitales y sus escuelas fueron saqueadas y destruidas por los atacantes, demoliéndolas con mazos.6 Más de 1000 sinagogas fueron quemadas - 95 solo en Viena -, y más de 7.000 tiendas de propiedad de judíos fueron destruidas o seriamente dañadas.7 8
La Kristallnacht fue seguida por una persistente persecución política y económica a la población judía, y es considerada por los historiadores como parte de la política racial en la Alemania nazi y el paso previo del inicio de la Solución Final y del Holocausto

Aunque en la década de 1920, la mayoría de los judíos alemanes estaba plenamente integrados en la sociedad alemana como ciudadanos alemanes, sirvieron en el ejército y la marina alemana y contribuyeron en todos los campos de la ciencia, cultura e industria alemana,10 los casos de violencia contra los judíos existían incluso antes de la toma del poder de los nazis.
Los 500.000 judíos de Alemania, que representaban sólo el 0,76% de la población total, fueron señalados por la maquinaria de la propaganda nazi como un enemigo interno, responsable de la derrota de Alemania en la Primera Guerra Mundial y sus consiguientes dificultades económicas, como la hiperinflacion de la década de 1920 y la Gran Depresión.11 Fue durante la hiperinflación de 1922-1923 que se produjo el pogromo de Scheunenviertel, en Berlín. En 1931 fueron organizados los pogromos de Kurfürstendamm, en Berlín, por Wolf-Heinrich von Helldorf, el líder de las SA y más tarde jefe de la policía.
El programa del NSDAP, escrito el 24 de febrero de 1920, establecia que «los ciudadanos sólo pueden ser hermanos de sangre (Volksgenosse). [...] No puede ser un judío hermano de sangre» y, en Mein kampf, Hitler proclamó en numerosas ocasiones su deseo de que Alemania quede «libre de judíos» (judenfrei). Los judíos fueron víctimas de la política antisemita tras la llegada de los nazis al poder en 1933.
Las condiciones de la población judía comenzaron a cambiar después del nombramiento de Adolf Hitler como Canciller de Alemania por el presidente Paul von Hindenburg, el 30 de enero de 1933 y la posterior asunción al poder del dictador después del incendio del Reichstag.12 13 Esta discriminación se reflejó particularmente por el boicot a los negocios de los judíos, requerido por Hitler, organizado por Julius Streicher y ejecutado por las SA, el 1 de abril de 1933, en una operación con limitado éxito y ampliamente condenado en el extranjero.14
Desde sus inicios, el régimen de Hitler se movió rápidamente para introducir las políticas antisemitas. A partir de 1933, el gobierno alemán aprobó una serie de leyes anti-judías para restringir los derechos de los judíos alemanes para ganarse la vida, para disfrutar de la plena ciudadanía y educarse a sí mismos, incluyendo la Ley para la Restauración del Servicio Civil Profesional, que prohibía a los judíos a trabajar en la administración pública.15
El ostracismo hacia los judíos se oficializó el 15 de septiembre de 1935 tras la aprobación de las Leyes de Nuremberg, sobre todo con la Ley para la Protección de la Sangre y el Honor Alemán (Blutschutsgesetz) y la Ley de Ciudadanía del Reich (Reichsbürgergesetz). Estas leyes y decretos fueron dictados para establecer las características del judío, medio-judío o cuarto de judío (mischling; mestizos), de acuerdo a la ascendencia; prohibir las relaciones sexuales y el matrimonio entre los ciudadanos de sangre alemana o afín y los judíos; privar a los judíos de la ciudadanía alemana, así como la mayor parte de sus derechos políticos, incluido el derecho de voto, y la exclusión de ciertas profesiones y la educación.16
La campaña antijudía se endureció en el año 1937, en particular mediante la exhibición de la película de propaganda antisemita Der ewige Jude (‘el judío eterno’), y se incrementaría al año siguiente.17 A principios de 1938, los pasaportes de los judíos alemanes fueron confiscados. El 26 de abril los judíos fueron obligados a registrar todos los bienes que poseían, lo que facilitaría su arianización. El 17 de agosto, los nombres usados por los judíos fueron regulados y tres órdenes adicionales a las Leyes de Nuremberg definieron el concepto de «negocio judío» y prohibieron a los judíos el ejercicio de la práctica de la medicina.17 Todo se realizó para empujar a los judíos a emigrar, fuese cual fuese el precio.

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