EL CLIMA
sábado, 23 de febrero de 2013
Compartimos reflexion de TODA MUJER ES BELLA
Cómo evitar malentendidos
“Háblame de corazón a corazón porque tus palabras no las entiendo, háblame con suavidad como si fuese una caricia.”
¿Han interpretado mal tus palabras, alguna que otra vez? ¿Se han ofendido sin razón, por algo que has dicho?
A veces no sale la palabra correcta y hay que dejar hablar al corazón…
Se dice que somos responsables de lo que decimos, pero no de lo que los demás entienden. Aún así, deberíamos aprender a comunicarnos, ya que es evidente que, en general, no sabemos hacerlo.
¡Muchas veces por no pensar en lo que decimos acabamos lastimando a las personas! Si eres capaz de justificarte y decir que no fue “eso” lo que pretendías decir, y que tu intención no era lastimar, también debes ser capaz de aceptar los errores de los demás, que son igual de humanos que tú. Es importante comprender que las personas no siempre nos hablarán “bonito” y no siempre nos harán sentir bien, porque todos tenemos días difíciles (el estrés es uno de los protagonistas diarios que afectan nuestra convivencia).
Sin duda, es todo un reto aprender a convivir con otras personas, pero el mayor de los retos quizás sea el de aprender a comunicarnos de la forma correcta, idear una estrategia que nos permita ser comprendidos y comprender a los demás.
Prueba hablar claro y con el corazón, usar palabras sutiles, afectivas, llenas de buenos deseos para los demás, tomar un respiro grande para ahogar la ira y aprender a controlar las emociones que hagan más difícil nuestra comprensión. Todo esto no sólo es posible sino necesario.
10 recomendaciones para una buena comunicación:
Habla con la persona y no de la persona.
Utiliza un lenguaje adecuado para la persona con la que hablas.
No seas totalmente transparente, hay cosas que las personas no necesitan saber.
Asegúrate de que la persona este entendiendo lo que tratas de decir.
Asegúrate de estar entendiendo a la persona: ¿tratas de decirme que…? ¿Te refieres a…?
Aprende a escuchar a la otra persona y no ser solo tú la que habla.
Muestra un sincero interés en lo que dice, siempre hay algo que aprender de los demás (ya sean más sabios o más necios que tú).
Evita decir algo cuando estés enojada. Haz ejercicios de respiración.
Utiliza palabras cordiales y sonríe.
Haz peguntas y no te quedes con las dudas: no adivines el pensamiento de los demás ni pretendas que los demás adivinen lo que tú piensas.
Recuerda: Puede ser que las personas olviden las palabras exactas que dijiste, pero siempre recordarán la forma en que las hiciste sentir. Entonces, no se trata sólo de qué dices sino de cómo lo dices.
© Autor: Fer Martínez B.
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