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Fue después del evento, mientras miraba las fotos tomadas por su hijo y publicadas en Facebook, cuando Heather Sewell, una taxista inglesa de 50 años, notó que entre los invitados al bautismo de su nieta había una silueta extraña; y rápidamente reconoció en la figura transparente a su marido, Terry Sewell, quien se suicidó hace 17 años.
Heather no fue la única. El resto de la familia también logró reconocer al fantasma y quedó atónito. El diario británico The Sun llegó a la conclusión de que el difunto abuelo no quiso perderse el bautismo de su nieta, realizado en la iglesia de St. Martin Kent, en Canterbury, Gran Bretaña. Pero es muy difícil sacar conjeturas sobre el tema.
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