EL CLIMA

viernes, 28 de diciembre de 2012

OBRAS DE OSCAR WILDE EL FANTASMA DE CANTERVILLE


























Una familia estadounidense adquiere el Castillo de Canterville, una hermosa edificación en la campiña inglesa a siete millas de Ascot, en Inglaterra. Hiram B. Otis se traslada con su familia al castillo, pero Lord Canterville, dueño anterior del mismo, le advierte que el fantasma de sir Simon de Canterville anda en el edificio desde hace no menos de trescientos años, luego de que asesinó a su esposa lady Eleonore de Canterville. Pero el Sr. Otis, estadounidense moderno y práctico, desoye sus advertencias. Así, la familia de mr. Hiram B., su esposa Lucrecia, el hijo mayor Washington, la hermosa hija Virginia y dos traviesos gemelos, se mudan a la mansión, burlándose constantemente del fantasma debido su indiferencia ante los sucesos paranormales. Así, el fantasma no logra asustarlos, y más bien pasa a ser víctima de las bromas de los terribles gemelos y en general, del pragmatismo de todos los miembros de la familia, por lo que cae en enojo y depresión, hasta que finalmente, con ayuda de Virginia (quien se apena por el fantasma), logra alcanzar la paz de la muerte.

La idea principal del texto habla sobre la historia de un fantasma que vive atormentando a los habitantes de una vieja casa inglesa. Las ideas secundarias van desde la historia del propio fantasma hasta las vidas de cada uno de los habitantes de la misma. La acción se desarrolla en una mansión inglesa de finales del siglo XIX y tiene una ambientación bastante realista a pesar de que el protagonista es un fantasma. Están bien definidas las costumbres de la familia y el ambiente se mueve dentro de una mentalidad abierta con un tono misterioso, por lo que se trata de una novela fantástica y de intriga con ideas dramáticas. El fantasma, mató a su esposa hace 300 años, y los hermanos de su mujer lo dejaron atrapado en una habitación sin comida, ni bebida hasta la Muerte.
El mensaje que Oscar Wilde intenta expresar por medio del libro es lo preocupantes que se tornan las estructuras del materialismo propias de los burgueses, representados aquí por la familia Otis, la cual nunca se sorprende por el comportamiento del fantasma. Al contrario, intentan "combatirlo" utilizando distintos productos modernos (detergentes, aceite para cadenas, etc.) y su vida nunca es alterada, a pesar de los reiterados esfuerzos que lleva a cabo el fantasma. Este encarna, en cierta forma, la figura del arte, porque necesita superarse constantemente y canalizarse de diferentes formas (en este caso, a través de la actuación o la pintura, en el caso puntual de la mancha de sangre en el piso). Posteriormente, al ver inútiles sus esfuerzos, busca la máxima elevación, la que supera la Vida y la Muerte: el Amor.

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