EL CLIMA

viernes, 14 de diciembre de 2012

COMPARTIMOS REFLEXION DE TODA MUJER ES BELLA.





















Razones para no ser infiel


Con nuestra infidelidad lo arriesgamos todo: nuestro hogar, marido y familia.


Realmente no merece la pena, y al final descubriremos que también nos llevará a necesitar arriesgarlo todo por terminar esa relación que está a punto de hacernos perderlo todo.


¿Alguna vez consideraste engañar a tu pareja?


A lo mejor alegando las excusas más comunes, el estrés, la falta de privacidad por los niños… Si estás siendo tentada, igual debieras seguir leyendo para poder pensarlo bien y analizar si realmente merece la pena que sigas fantaseando con ello o no…
Fantaseas acerca del atractivo entrenador del gimnasio, o de ese hombre tan atento y tan galante en tu trabajo… se dice que casi todas las mujeres en algún momento fantasean con tener alguna aventura extramarital, pero sólo un número reducido de mujeres se dejan llevar por esas fantasías, pues a la hora de la verdad, una mujer difícilmente lleva al cabo una relación extramarital.
Pero muchas veces el aburrimiento y la soledad nos llevan a buscar nuevas vías de distracción y entretenimiento, entre las cuales están los pequeños coqueteos y reencuentros con antiguos amigos que nos llevan a sobrepasar el límite de lo correcto e incorrecto.
La emoción del momento le impide a una mujer casada pensar en las consecuencias de algo que puede empezar como un juego momentáneo, hasta que ya es muy tarde. Se deja llevar por lo bien que se siente, o simplemente disfruta de algo diferente y sin fuerzas para resistir, ese alguien diciéndote lo bonita, especial y fabulosa que eres y “escuchando” tus confidencias… El pensar en familias rotas, en corazones destrozados por la traición, es algo que está a miles de distancia, lejos de tus pensamientos.
Hasta que no hemos sobrepasado los límites de la fidelidad no nos damos cuenta de lo mucho que estamos arriesgando: Matrimonio, familia y hogar…
Al “disfrutar” de una falsa felicidad, no faltan justificaciones, aunque sean inventadas, que “no había pasión”, “me casé muy joven”, “es como un compañero nada más”, “me controla todo”, “me engañó primero”…
Esas y mil excusas más que tratan de convencer a cualquiera incluso a la misma mujer infiel, pero la emoción de lo desconocido, también se convierte en temor: “¿y si me llama cuando mi esposo este en casa?”, “¿y si alguien nos mira?”, “Tengo que actuar como si nada está pasando…”, “No puedo dejarme ver vestida así”…
Eres esposa de alguien y madre de unos hijos que te creen lo más puro y verdadero, hiciste los votos sagrados del matrimonio o al menos prometiste ser fiel en la relación. Ahora te encuentras viviendo una mentira y lloras, lloras todos los días, lloras en el baño, en el trabajo y camino de vuelta a casa. No querías que fuera así, pero estás en ello y no encuentras la salida, debes terminar con esto y no sabes cómo terminar algo que ni tú misma sabes porqué o cómo empezó, sientes vergüenza ante ti misma así como ante los demás, pues temes que adivinen en tu rostro la traición, sientes remordimiento y culpa de pensar que cada minuto, cada momento que pasas con tu amante, es tiempo que le robas a tu familia…
Ninguna relación es perfecta y ese mismo hombre con el que te te hiciste amante y quien parecía el perfecto amante, ahora es el hombre por quien lo has arriesgado todo, no siendo tan diferente después de todo… también hace cosas que te irritan y te desilusionan. Buscaste en él unos brazos para escapar de la rutina, de la indiferencia de tu esposo… pero te das cuenta que los suyos también se tornan indiferentes, esos intensos encuentros con tu nuevo “amor” también se hacen viejos y rutinarios…
Ahora sí aprecias cosas de tu esposo que antes ni siquiera notaste, quieres terminar, necesitas terminar con eso, pero el final también puede ser desastroso. Sólo porque tú quieras terminar la relación no quiere decir que tu amante también lo quiera y puedes verte a ti misma, enfrentando amenazas, “si me dejas, se le digo todo a tu esposo”, “si me dejas me quito la vida”… y te arrepientes y quisieras volver el tiempo atrás, haber hecho las cosas diferentes… Sólo te queda tomar una decisión o terminas a riesgo de lo que sea, o continuas en una relación a riesgo de perderlo todo.
Hay cosas que no se pueden dejar para la posteridad, terminar con tu infidelidad es necesario, es imperante, es tu obligación. Esa misma fuerza y valor que sacaste para ser amante, debe salir ahora para terminar con algo que no debió empezar, arriesgaste todo cuanto posees por nuevas emociones, arriésgalo todo ahora para terminarlo y rescata lo que estás a punto de perder.
© Autor: Amanecer cautiva del amor.

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