EL CLIMA

martes, 6 de noviembre de 2012

LA HABICHUELA






















La habichuela alada o “winged bean” es mayormente conocida como un vegetal asiático. Es natural de Papúa Nueva Guinea y el Sureste de Asia (Indonesia, Vietnam, Filipinas, Malasia, Tailandia y Burma) aunque en China se han desarrollado cientos de variedades de esta especie (Psophocarpus tetragonolobus).
Esta habichuela es muy apreciada principalmente por su valor nutricional. Sus semillas son tan altas en proteína y aceites como la soya y se consideran más nutritivas que el maní. También son altas en tocopherol, un antioxidante que ayuda en la absorción de la Vitamina A, una deficiencia común en países tropicales.
Pero su valor no se limita a las semillas. Su valor proteico y vitamínico se extiende a sus hojas, flores, vainas y hasta a sus raíces. En algunas culturas se consume la raíz tuberosa de la habichuela alada como si fuera una papa. El valor proteico de esta raíz no se compara con ninguna de las típicas raíces cultivadas en la zona tropical, 20% de proteína contra 1 a 2% en el caso de la mayoría de los cultivos de raíz.
Para producir abundantes raíces la planta se deja correr por el suelo como cobertora. Si lo que se desea producir son los frutos (vainas tiernas o semillas) la planta debe ser estaqueada o apoyada por otra planta de porte alto como se puede apreciar en esta foto tomada en nuestro huerto donde una planta de habichuela alada crece abrazada a una mata de guineo. El ambiente ideal para su crecimiento es caliente y húmedo, aunque tiene cierta tolerancia al clima seco. Puede crecer desde el nivel del mar hasta miles de metros de altura. Crece vigorosamente aún en suelos poco fértiles debido a su capacidad de fijar nitrógeno atmosférico, o sea de producir su propio abono como hacen muchas otras especies de su familia. En fin, una planta apropiada para cualquier rincón de Puerto Rico, El Caribe y América Central. 
Prácticamente todas las partes de esta planta son comestibles y nutritivas. Y son muchos más sus encantos, empezando con el sabor de su vaina tierna que muchos paladares coinciden que supera el de otras habichuelas más populares.
La vaina tierna, así como las flores y hojas pueden ser consumidas crudas o cocidas. En Burma, se acostumbra consumir las hojas ligeramente cocidas en agua como ensalada. Las semillas secas –como el resto de las legumbres comestibles- deben remojarse y cocinarse antes de consumirlas. El grano verde tiene la ventaja de que requiere muy poco tiempo de cocimiento para ser digerible. Nosotros aquí hemos desarrollado un gusto especial por la vaina tierna. Preferimos comerla salteada con vegetales y condimentada con hierbas y especias frescas como plato principal o acompañante. Nos encanta también cosechar vainas maduras. Estas las desgranamos para añadir sus semillas verdes a cualquier plato que necesite un elemento proteico.
Se considera que esta planta tiene un gran potencial para aliviar deficiencias proteicas en muchos países tropicales donde aún es desconocida. Aunque se cree que no tiene las características agronómicas necesarias para ser explotado a nivel comercial extensivo -como ha sido el caso de la soya y otros cereales- su valor en el huerto casero y mercados agrícolas no tiene precio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario