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En los países del tercer mundo con actividad sísmica las viviendas están construidas frecuentemente con pocos medios, y los materiales utilizados, como el adobe, el ladrillo hueco o el bloque de hormigón, son ya de por sí muy poco resistentes a los terremotos. Por este motivo un equipo de investigadores de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) ha desarrollado un nuevo sistema constructivo denominado Sistema de Albañilería Integral (SAI), que consiste en combinar un sistema de armaduras prefabricadas con esos materiales de construcción de bajo coste.
«Unas armaduras fabricadas con varillas de acero, muy ligeras y fáciles de colocar a mano, se entrelazan y se cruzan en las tres direcciones del espacio para armar muros, forjados y paredes, que luego pueden rellenarse con escombros, adobe, tapial, ladrillos o bloques de hormigón», explica Belén Orta, de la UPM. Estas varillas aportan resistencia al conjunto constructivo en caso de terremoto y, según se ha podido verificar en ensayos realizados en el Laboratorio de Estructuras Antisísmicas de la Pontificia Católica Universidad del Perú, ubicada en la ciudad de Lima, sirven para construir viviendas mucho más resistentes en las que los movimientos sísmicos no causarían grietas significativas. Además, una vez reparados los posibles daños, la estructura sería capaz de seguir resistiendo sismos más severos.
«Con esta idea se pretende ofrecer a las sociedades en vías de desarrollo una solución constructiva alternativa a la actual, que dé garantías de fiabilidad frente a desastres naturales y que tenga el mínimo coste», añade Orta. Sin duda, una iniciativa que puede salvar muchas vidas.
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