Hasta
la creación de este objeto, por demás útil en la vida diaria, la gente,
para anunciarse, golpeaba la puerta con la mano o mediante el sonido de
una campana. Cuenta la leyenda que Benjamín Franklin, en uno de sus
experimentos, había conectado un raparrayos a una campana a través de un
cable de bronce. Esta experiencia dio como resultado, un sonido
estridente, parecido a lo que hoy conocemos como timbre. De todos modos,
es alrededor de 1888 que Thomas Edison crea formalmente un timbre
eléctrico. Este es para la Historia, el comienzo de todo. Parece que
Edison, que era medio sordo y no escuchaba cuando llamaban a la puerta
de su taller, se las había ingeniado para armar una campana eléctrica
que emitiera un sonido vibrante, de modo que pudiera percibirlo. Al
momento en que, se supone, creó el timbre, Edison vivía en West Orange,
Estados Unidos.
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