EL CLIMA
sábado, 27 de octubre de 2012
ZOMBIES EN EL CINE
El cine de zombis es un subgénero del cine de terror, a menudo encuadrado dentro de la Clase B, pero que cuenta con una amplia representación de películas a lo largo de la historia. Como género independiente, cuenta con sus propias convenciones, de las cuales la única fundamental es la presencia de los “no muertos” o zombis.
El cine de zombis surgió en los años 1930 como reflejo del Folclore y las leyendas haitianas asociadas a la magia negra y el vudú. Dicho folclore llegó al público americano de la mano de W.B. Seabrook que, en su libro The magic island relataba sus experiencias en Haití. Entre los ritos recogidos por Seabrook se encontraba uno mediante el cual un hechicero podía, supuestamente, revivir a los muertos y privarlos de voluntad, para hacerlos trabajar a su servicio. El 10 de febrero de 1932 se estrenó en Broadway una obra de Kenneth Webb titulada Zombie, que estaba libremente basada en la novela de Seabrook.
La obra de Webb fue retirada de cartel después de tan sólo 21 representaciones. Sin embargo, dos hermanos, Víctor y Edward Halperin, que en la década anterior habían fundado una productora de cine, repararon en ella. El guionista Garnett Weston fue el encargado de recoger las premisas de la obra de Webb en un guion cinematográfico. Webb trató de paralizar la película, que consideraba un plagio, pero no tuvo éxito en su empeño. Así nació la que sería la primera película de zombis de la historia, White Zombie (La legión de los hombres sin alma - 1932).
La película ya recogía casi todos los tópicos que definirían el cine de zombis durante más de treinta años: Un villano posee una legión de zombis que trabajan para él, y que son el instrumento para sus siniestras intenciones. Sin embargo, hay que decir que dicho argumento no era del todo original, pues recuerda claramente a El gabinete del doctor Caligari (1920) de Robert Wiene. A pesar de contar con el protagonismo de Béla Lugosi, White Zombie cosechó malas críticas, entre otras cosas porque tan sólo el quince por ciento del metraje era sonoro. Sin embargo el público la apoyó con entusiasmo y la convirtió en una película muy rentable para su distribuidora, United Artists.
Las películas del subgénero zombi que siguieron a White Zombie redundaron una y otra vez sobre el mismo tema del villano al mando de siniestros zombis, si bien dicho villano podía ser un doctor nazi, como en Revenge of the Zombies, de 1943, o unos extraterrestres selenitas como en Invisible Invaders (1959), de Edward L. Cahn.
Otras películas destacables de esta primera etapa son The Walking Dead (1936), dirigida por Michael Curtiz y que tiene la peculiaridad de que el zombi es el “bueno de la película”; o la excelente I Walked with a Zombie (Yo anduve con un zombie) (1943), de Jacques Tourneur. Cabe citar también, aunque por motivos muy diferentes, la lamentable Plan 9 from outer space (Plan 9 del espacio exterior - 1959), una película de serie Z dirigida por Ed Wood, y que tiene el dudoso honor de ser citada a menudo como la peor película de la historia. La primera película europea en tratar el tema fue en el peplum "Roma contra Roma" (1964).En 1966 vio la luz una de las últimas películas de zombis clásicos (creados y dominados por un villano) de manos de la Hammer. Se trató de The plague of the Zombies (La plaga de los zombis), de John Gilling. El año 1968 marcó el comienzo de la nueva etapa con la aparición de la clásica y muy notable Night of the living dead (La noche de los muertos vivientes) de George A. Romero. La película fue rodada en blanco y negro y película de 16 mm, con el minúsculo presupuesto de 114.000 dólares y un plantel de actores amateurs, cuando no familiares y amigos del propio Romero. Sin embargo, La noche de los muertos vivientes fue un rotundo e inmediato éxito y su director se convirtió en director de culto. En 1990 Tom Savini dirigió un remake en color de esta película.
El fenómeno zombi ya no es algo local, sino una plaga imparable de proporciones bíblicas.
Nadie controla a los zombis que no son sino muertos que han vuelto a la vida.
La única motivación de los zombis es alimentarse con la carne de humanos vivos.
Su capacidad de raciocinio es muy limitada, si bien utilizan rudimentarios instrumentos (El primer zombi de La noche de los muertos vivientes trata de romper el cristal de un coche con una piedra).
Su peligro no reside en su inteligencia ni en su velocidad, sino en su número y en su voracidad.
El motivo de esta resurrección masiva de los muertos no es importante y ha variado de una película a otra, siendo a veces la radiación de un arma nuclear o la fuga de una sustancia química de uso militar, algún virus o, simplemente la llegada del Juicio Final.
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