Desde que Louis Braille ideó su sistema de puntos en relieve, las personas ciegas cuentan con una herramienta válida y eficaz para leer, escribir, componer o dedicarse a la informática. Se trata del sistema Braille.
Luis Braille escribió: “El acceso a la comunicación en su sentido más amplio es el acceso al conocimiento, y eso es de importancia vital para nosotros si no queremos continuar siendo despreciados o protegidos por personas videntes compasivas. No necesitamos piedad ni que nos recuerden que somos vulnerables. Tenemos que ser tratados como iguales, y la comunicación es el medio por el que podemos conseguirlo”.
No obstante, Louis Braille murió sin el reconocimiento que su su sistema merecía.
Fue en 1878, en el Congreso Internacional, celebrado en París, cuando se acordó la utilización del braille como método universal por su probada utilidad didáctica.
En España el sistema braille fue introducido en el año 1840 por Jaime Bruno Berenguer, profesor de la Escuela Municipal de Ciegos de Barcelona. Y sería en 1918 cuando se declaró oficialmente método oficial para la lectura y escritura de los ciegos en nuestro país.
Loa antecedentes del Braille: la escritura en relieve. Orígenes.
Al-Imam Al-Amadi, ha mediados del siglo XIII, fue el primero en utilizar caracteres táctiles para la lectura. Al-Amadi era ciego y vendía libros en Arabia, para reconocer el título y el precio de cada libro, desarrolló caracteres en relieve que colocaba sobre el libro. Este fue el nacimiento de la lectura táctil.
En 1808, Charles Barbier propuso la utilización de puntos en relieve para la escritura de textos. La llamó “escritura nocturna”. En 1819, su sueño era desarrollar un sistema para los no videntes. El sistema se basaba en la utilización de dos matrices: una de 6 líneas y 6 columnas para representar las letras del alfabeto y ciertos sonidos habituales. Por este motivo, su sistema se ganó el apelativo de “sonográfico” de Barbier.
Esta matriz, cuyo contenidos fijó, era una suerte de diccionario y permitió representar cerca de 4000 signos diferentes. Además, cada caracter de un texto formaba por sí mismo un código para una segunda matriz que servía de índice para la primera.
Cada caracter podía ser representado por un máximo de 12 puntos o un mínimo de 2 puntos en relieve. La lectura de un texto con sus caracteres así codificados se realizaba en dos tiempos: buscar los índices y recuperar el caracter transcripto
La primera impresión en relieve sobre papel para posibilitar la lectura de invidentes fue desarrollada por Haüy en 1784. Utilizó letra itálica; más tarde se ensayaron otros tipos de letra. Pero se hacían necesarias letras muy grandes, y los libros eran muy voluminosos y caros. El único sistema utilizado de letras de líneas (caracteres formados por líneas en relieve) se basa en los perfiles de las letras de imprenta y fue desarrollado por el inglés William Moon en 1847.
En 1821 un capitán del ejército francés, Charles Barbier, inventó un sistema de letras de puntos, código alfabético basado en grupos de puntos. Louis Braille adaptó el sistema de Barbier utilizando grupos de 1 a 6 puntos. La conferencia de Londres de educadores de invidentes de 1932, estableció el modelo para los sistemas de puntos, adoptando un alfabeto conocido como Standard English Braille. Éste es idéntico al Braille original con algunas pequeñas modificaciones. Este sistema se usa en todo el mundo angloparlante y ha sido adaptado a la mayoría de las lenguas, incluido el chino. Braille también diseñó un sistema de caracteres de puntos para la escritura musical.
Entre los primeros instrumentos que se diseñaron para esta escritura destaca la pizarra o pizarrón de surcos, que consiste en una hoja metálica o de madera labrada en forma de pequeños cuadrados. El papel se colocaba sobre la pizarra, y el lápiz, guiado por los surcos, marcaba un relieve sobre el papel, obteniéndose una caligrafía manual cuadrangular que se podía ver y tocar. En la actualidad se utilizan máquinas de escribir para comunicarse con las personas videntes, y pizarras para guiar al escritor en la formación de caracteres Braille. Además se dispone de la máquina de escribir Hall Braille, una modificación de la máquina de escribir normal, que crea caracteres Braille en el papel en lugar de imprimir en él caracteres visuales.
Los pacientes invidentes y sordos, con o sin capacidad de hablar, deben ser tratados de manera individualizada. Su rehabilitación requiere profesores especiales y siempre depende de la comprensión personal y de la paciencia.
LOUIS BRAILLE
Louis Braille nació el 4 de enero de 1809 (1809-1852), en Coupvray, cerca de París. Quedó ciego a los 3 años tras un accidente en el taller de su padre.
En 1818 fue enviado a la Escuela para Ciegos de París, creada por Valentin Hauy, hizo rápidos progresos en todos sus estudios, especialmente en la ciencia y la música, mostrando sus dotes como intérprete de órgano y violonchelo.
En 1828, se hizo profesor del Instituto en el que se educó y empezó a concebir una idea, hallar un sistema que permitiera al ciego leer y escribir en relieve, modificando la idea de Charles Barbier.
Este método de escritura emplea puntos y guiones en relieve sobre cartón, permite a los ciegos leer letras, números, signos matemáticos y notas musicales.
Esta es su biografía más ampliada:
Louis Braille
¿Qué es el sistema Braille? Una breve introducción.
El sistema braille, inventado en el siglo XIX, está basado en un símbolo formado por 6 puntos: aquellos que estén en relieve representan una letra o signo de la escritura en caracteres visuales.
Es importante destacar que no es un idioma, sino un código. Por lo tanto, las particularidades y la sintaxis serán las mismas que para los caracteres visuales.
El tamaño y distribución de los 6 puntos que forman el llamado Signo Generador no es un capricho sino el fruto de la experiencia de Luis Braille. Las terminaciones nerviosas de la yema del dedo están capacitadas para captar este tamaño en particular.
Pero este signo sólo permite 64 combinaciones de puntos, siendo insuficientes para toda la variedad de letras, símbolos y números de cada idioma. Esta limitación obligará a la invención de los llamados “símbolos dobles”.
Se intentó utilizar un símbolo braille de 8 puntos (lo que aumentaría considerablemente el número de combinaciones posibles), pero resultaba incómodo para la lectura y obligaba a recorrer con el dedo cada uno de ellos para entender qué símbolo representaban.
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