SANDUNGA
La Sandunga' '''es un son tradicional mexicano del istmo de Tehuantepec, Oaxaca. Se han escrito diversos versos de este son tanto en español como en zapoteco y náhuatl aunque los más conocidos son de la autoría del compositor oaxaqueño Máximo Ramón Ortiz, la palabra sandunga es una voz zapoteca que en español se traduce como: esa música honda y profunda.
“La Sandunga”, palabra que significa gracia, donaire y salero; es el himno por antonomasia de los istmeños e inclusive de los oaxaqueños que viven fuera de este estado. Llegó a México como una pieza de jaleo andaluz en 1850, y tres años después en Oaxaca fue ejecutada como danza de corte europeo.
Cuentan que al ver muerta a su madre, Máximo Ramón Ortiz se arrojó ante el lecho donde se encontraba el cadáver de su madre y rompió en lamentos de dolor. Al estilo de esa región del Istmo exclamó: “!Ay mamá!... Ay por Dios!... Porqué no pediste al Altísimo que te conservara unas horas más, para que te hubiese visto viva por última vez?... ¡Ay, mamá por Dios!”. Con su capacidad creativa y sus conocimientos musicales, concibió entonces lo que fue el inicio de una inmortal composición que entonces no tenía título “La Sandunga”, tanto en su letra como en la melodía.
El mismo Máximo la cantaba, después en cuántas ocasiones se propiciaba, y fue el comienzo de la divulgación de dicha canción, misma que fue modificándose al transcurrir el tiempo.
En 1853 esta música es llevada a Tehuantepec por Máximo Ramón Ortiz, con los primeros versos, mientras que el músico tehuano Andrés Gutiérrez, la armoniza y la registra en las primeras partituras, para que posteriormente las bandas de música la interpretaran. La melodía se popularizó rápidamente en la región.
Luego de 15 años de la muerte de Máximo Ramón Ortiz, se hizo un arreglo para conjunto musical. Fue el músico Cándido Jiménez quien realizó ese arreglo instrumental en 1870. Con esa melodía debutó la que fue la primera banda de Tehuantepec y que tuvo bajo su propia dirección. La sandunga, surgió como una sencilla tonadilla compuesta de un son y un zapateado. Esta melodía, sin duda desata por igual nostalgias y localismos encendidos; en la actualidad es ejecutada por intérpretes, bandas y orquestas istmeñas, consta de una introducción en la que abunda la improvisación instrumental, con ornamentación y solo de clarinete que se desarrolla libremente; “La Sandunga” ha sido crucial en el desarrollo musical de la región del istmo de Tehuantepec.
Gran cantidad de los sones que se tocan actualmente en el estado de Oaxaca incluyendo “La llorona”, “Canción mixteca”, “Dios nunca muere” y “La Sandunga” son las tres piezas musicales que identifican al estado de Oaxaca en los ámbitos nacional e internacional.
“La Sandunga”, palabra que significa gracia, donaire y salero; es el himno por antonomasia de los istmeños e inclusive de los oaxaqueños que viven fuera de este estado. Llegó a México como una pieza de jaleo andaluz en 1850, y tres años después en Oaxaca fue ejecutada como danza de corte europeo.
Cuentan que al ver muerta a su madre, Máximo Ramón Ortiz se arrojó ante el lecho donde se encontraba el cadáver de su madre y rompió en lamentos de dolor. Al estilo de esa región del Istmo exclamó: “!Ay mamá!... Ay por Dios!... Porqué no pediste al Altísimo que te conservara unas horas más, para que te hubiese visto viva por última vez?... ¡Ay, mamá por Dios!”. Con su capacidad creativa y sus conocimientos musicales, concibió entonces lo que fue el inicio de una inmortal composición que entonces no tenía título “La Sandunga”, tanto en su letra como en la melodía.
El mismo Máximo la cantaba, después en cuántas ocasiones se propiciaba, y fue el comienzo de la divulgación de dicha canción, misma que fue modificándose al transcurrir el tiempo.
En 1853 esta música es llevada a Tehuantepec por Máximo Ramón Ortiz, con los primeros versos, mientras que el músico tehuano Andrés Gutiérrez, la armoniza y la registra en las primeras partituras, para que posteriormente las bandas de música la interpretaran. La melodía se popularizó rápidamente en la región.
Luego de 15 años de la muerte de Máximo Ramón Ortiz, se hizo un arreglo para conjunto musical. Fue el músico Cándido Jiménez quien realizó ese arreglo instrumental en 1870. Con esa melodía debutó la que fue la primera banda de Tehuantepec y que tuvo bajo su propia dirección. La sandunga, surgió como una sencilla tonadilla compuesta de un son y un zapateado. Esta melodía, sin duda desata por igual nostalgias y localismos encendidos; en la actualidad es ejecutada por intérpretes, bandas y orquestas istmeñas, consta de una introducción en la que abunda la improvisación instrumental, con ornamentación y solo de clarinete que se desarrolla libremente; “La Sandunga” ha sido crucial en el desarrollo musical de la región del istmo de Tehuantepec.
Gran cantidad de los sones que se tocan actualmente en el estado de Oaxaca incluyendo “La llorona”, “Canción mixteca”, “Dios nunca muere” y “La Sandunga” son las tres piezas musicales que identifican al estado de Oaxaca en los ámbitos nacional e internacional.
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