EL CLIMA

martes, 12 de junio de 2012

LA PELOTA

Los antiguos egipcios, según la historia, no sólo son los inventores del deporte, sino como nos descubre Nevine Elf-Aref, del mismísimo balón. Los antiguos egipcios fueron los precursores de muchos de los deportes que se practican en la actualidad. No sólo conceptualizaron los juegos, sino que los mismos faraones establecieron las bases del deporte, tales como las reglas para los partidos, un uniforme especial para los jugadores, un árbitro que organizara la competición, interviniendo para evitar una pelea o enganche y anunciando a los ganadores haciéndoles entrega de diferentes collares o galones.
Podemos encontrar escenas alusivas al deporte repartidas a lo largo de Egipto: Sobre los muros del templo de Ramses III en Madinet Habu, en la orilla oeste de Luxor, una escena nos muestra a un jugador encaminándose hacia la audiencia y saludándoles con reverencias así como alzando su mano hacia su frente –fue entonces, claramente, cuando los valores de un deportista nacieron. Los productos para el entretenimiento actuales –tales como muñecas, pelotas cubiertas de cuero, juegos de mesa y animales de juguete- han sido encontrados en diversas tumbas como ofrendas. La cuestión de si dichas imágenes fueron interpretadas subjetivamente ha sido expuesta, rebatida y por último invalidada. Las imágenes son claras, vívidas en su descripción de los deportes. “Aunque se trataba de un fenómeno cultural, los deportes en el Antiguo Egipto desempeñaron, de hecho, un papel social y político muy significativo,” informó al Al-Ahram Weekly Tarek El-Awadi, inspector jefe del Consejo Supremo de Antigüedades.
El-Awadi explicó que los deportes se dividían en categorías, la primera –con fines lúdicos y para mantenerse en forma- incluía actividades como la gimnasia, la acrobacia, la caza, la natación y el salto de altura. La segunda –para modelar los cuerpos de los reyes y guerreros, así como para fortalecer los músculos de los jóvenes que se preparaban para ser sacerdotes u oficiales militares- incluía deportes como el boxeo, la lucha, la equitación, la maratón y el tiro con arco. La caza, el tiro con arco y el lanzamiento de jabalina parecen haber sido los más importantes y emocionantes para la realeza y la nobleza.
“Su finalidad no era tan sólo el disfrutar de la camaradería de sus amigos y familia, sino el tener una oportunidad para demostrar su destreza, valor y habilidad física a la hora de vencer a un león o un tigre corriendo por el desierto, o a un hipopótamo o un cocodrilo cruzando el Nilo”, asegura El-Awadi.
En el templo de la orilla oeste de Ramses III podemos apreciar cierto número de escenas que representan a Ramses III como un cazador de hipopótamos, toros salvajes y leones. En el museo Egipcio en Tahrir Square se exhibe una pequeña estatua de Tutankhamón como cazador de hipopótamos. Junto a ella, una colección de anzuelos de distintas formas y tamaños nos revelan el grado de desarrollo de este deporte.
El placer de la caza aparece recogido en el papiro sobre la pesca y las aves: “Un día feliz cuando bajemos al pantano, podremos cazar pájaros y coger muchos peces en el agua... Un día feliz en el que ofrecemos a todos y en el que la diosa de los pantanos nos es propicia. Atraparemos pájaros y encenderemos un brasero en honor a Sobek”.
La pesca, por otra parte, era un deporte practicado tanto por la nobleza como por el pueblo llano. Aparece representada en las tumbas de los nobles, que muestran escenas de pesca como un pasatiempo. El pueblo, sin embargo, la consideraba una profesión traicionera en la que el peligro real provenía del venenoso pez-gato y del más temido de todos los enemigos, el cocodrilo. Si un bote hacía aguas, el riesgo de ser devorado por este monstruo del Nilo era elevado.
El remo es otro de los deportes del Antiguo Egipto que requería gran fuerza física. Hay vajillas grabadas con escenas de equipos de remo en las que los participantes intentan armonizar sus movimientos de acuerdo con las órdenes del jefe del grupo, que sostiene el gobernalle. Este jefe también controla su movimiento mediante gritos sistemáticos para unificar el momento en el que los remos tocan la superficie del agua, lo que ayuda a empujar el bote hacia delante con mayor rapidez –un método que todavía es utilizado en la actualidad.
El Nilo no era el único lugar donde practicar la pesca o el remo. Mientras las calmadas aguas del Nilo eran el objetivo de los grandes competidores, los nobles aprendían el deporte en la intimidad de sus propias piscinas.
“Los maratones constituían el deporte más significativo del Antiguo Egipto”, señaló al Weekly Mohamed Ismail, director de la investigación científica del departamento técnico de la SCA. Según explica, el maratón adquirió tal importancia no solo como un elemento esencial para el bienestar físico de una persona, sino también por sus fines religiosos.
El maratón, sin embargo, era practicado por el faraón solo durante la celebración del Heb-Sed, para alcanzar su regeneración y el estado necesario para cumplir su función. Rejuvenecido y dotado de nuevo poder, debía enfrentarse a su propio sucesor en la hazaña. Uno de los rituales esenciales de esta celebración era la organización de un maratón que el rey corría sobre una pista construida alrededor de su lugar de enterramiento. Entre las escenas más conocidas del jubileo Heb-Sed está la del rey Zoser corriendo alrededor de su complejo piramidal –caracterizando este momento como la estructura central en la secuencia de las actividades festivas.
“Los juegos de pelota también eran tan populares en el Antiguo Egipto como lo son hoy dia,” nos informó Zahi Hawass, secretario general del SCA. Hawass afirma que los antiguos egipcios fueron los primeros en inventar los juegos de pelota –representados hace más de cinco mil años en las tumbas de Saqqara.

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