EL CLIMA

domingo, 17 de junio de 2012



MUY FELIZ DIA A LOS PAPIS QUE LO RECORDARON ESTE DOMINGO,
y que todos sus buenos deseos se cumplan de corazon.


Amado lector, en Argentina, arrancamos una semana cortadita por el medio, porque este proximo miercoles estaremos recordando el dia de la creacion de nuestra bandera nacional, pero tenemos energia como para encarar una semana de ocho dias, como si fuera la semana mas larguita, asi que te animamos, te estimulamos a comenzar una nueva semana con confianza, pisando fuerte, mirando
alto, proyectando lejos, vamos que frio o no frio, tendremos sol con toda seguridad, vamos que nos alumbramos con el resplandor del milagro de la vida, del resurgir que acontece cada dia, de esa novedad de vida que nos espera, de esa nueva ilusion que nos impulsa a seguir.
Se termina el fin de semana, en el medio tenemos un breve parate, pero el motor del corazon, sigue
encendido y caliente, y la voluntad del alma, sigue presta para continuar caminando esa senda que hemos emprendido, la senda de la buena disposicion, del afecto sincero, de la sonrisa, de la palabra comprensiva, de esas cosas simples quizas, pero tan buenas, y con las cuales edificamos el camino, la ruta de cada dia.
Amado lector, gracias por acompañarnos y hacer que cada dia, la caravana crezca y se multiplique, gracias por ser nuestra razon de existir, que termines este fin de semana en paz, y que cuando pongas tu cabeza en la almohada, pasen por tu mente pensamientos prosperos y positivos, y por favor, si te asalta una idea maravillosa, vamos, vence la dejadez, levantate, y escribila prolija, nunca sabras sino habra sido la puerta del exito.
Feliz comienzo de semana, y un abrazo muy grande.
besooos LC.


Breve GONZALO ESCUDERO

PROTESTANTE DIGITAL.

Un amplio tratado se podría pergeñar sobre la poesía a lo Divino escrita por Gonzalo Escudero (1903-1971), jurista y diplomático ecuatoriano que así dejaba constancia de su religamiento con Dios y con lo telúrico de su patria: “Tierra mía, y al fin, Tú y Yo,/ cifras del logaritmo de Dios”.



Este mi Dios que mora en mi aposento,
me murmura un lenguaje casi humano,
mitad rumor de agua y mitad viento
para la sumersión en el arcano
en ondas del fluvial descendimiento
donde yo tiendo con langor la mano
que unge a la larga noche de manera
que en la desesperanza Dios me espera.

***

Mi Dios de la transida arquitectura,
la desplumada garza de tu nieve
me viene en mi trastiempo, vestidura
para que el alma sitibunda abreve
silencio en tu confinio de frescura
y liviandad en tu silencio inleve,
y se evapore la letal paloma,
trocada en el espectro de tu aroma.

***

Cómo me dueles, luz estremecida,
pulpa, fulgor y almendra de los cielos,
hallada siempre y por igual perdida,
guerrera de los últimos desvelos,
almiranta de sueños, prometida,
caminante de bosques y de hielos,
si estás en mí, si estás conmigo mismo
para mi viaje a Dios en el abismo.

***

PARÁBOLA DE LA ESTRELLA


Señor, tú lo comprendes, que mi sombra se acerca.
Rocía con estrellas mi ocaso indefinible.
Tú que nublas en llanto la pupila más terca.
Tú que nos purificas en la muerte invisible.
Tú que por el diamante de una jaculatoria,
prodigas el divino diamante de tu huella.
Siembra en mi corazón la lágrima ilusoria
de una estrella...

***

PARÁBOLA DE LA LUZ

La luz trina como una alondra pasajera
deshilvanando un copo de bruma. Arde la pira
del Sol como una lámpara. Toda la primavera
tiembla en mi corazón como un cristal. Suspira
la música del huerto, tal como una garganta
de mujer. Pareciera que retorna Jesús.
La esquila pascual ríe como una niña. ¡Canta
la luz!


Cualquier acontecimiento que me pase, será positivo. Lo sé.

Hoy mi mente hará, que todos mis pensamientos se transformen en positivo.

Desde por la mañana a la noche, mi realidad será la que yo deseo.

Nada ni nadie podrá interferir en ello.

Yo soy la dueña de mis pensamientos y de mi habla.

Yo soy dueño de mis acciones.

Hoy disfrutaré de cada segundo que pase.

Cada instante es único y merezco vivirlo siendo feliz.

Hoy hablaré en positivo ante cualquier experiencia que tenga.

Sé que es un día maravilloso.

Todo es cuestión de tiempo.

Todo pasa.

El miedo, la incertidumbre o el dolor, se irán.

Nada permanece.

La vida es maravillosa.

Cuando el odio nos inunda es muy difícil que seamos capaces de sentirnos felices. Y es muy difícil ser capaces de perdonar porque puede que pensemos que, al hacerlo, quien nos ha herido sale indemne del daño que nos ha causado.

Es fácil comprender el sufrimiento y el dolor de personas que han sufrido un importante agravio, comprender cómo se sienten e incluso compartir su resentimiento hacia el o los culpables.

Comprender el perdón desde esta posición nos permite creer que tal vez nosotros no tenemos a nadie a quien perdonar porque no odiamos a nadie, no nos hemos enfrentado al dolor de tener que perdonar a quien nos ha herido, no recordamos que nos hayan humillado, faltado al respeto o agredido de modo alguno…

¿Seguro?

En esto de perdonar nos ocurre a veces como a aquél que buscaba las llaves debajo de la farola, aunque las había perdido en otro lugar, porque aquí tenía más luz. Cuando pensamos en si nosotros tenemos alguien a quien perdonar, casi de manera intuitiva buscamos fuera de nosotros mismos, a alguien con quien nos hayamos cruzado en algún momento de nuestra vida, pero casi nunca volvemos la mirada hacia nuestro interior.

¿Alguna vez te has parado a pensar en cómo te tratas a ti mismo? La necesidad de perdonar para ser capaces de llevar una vida más feliz no se limita a ser capaces de perdonar a los demás. Puede que en ocasiones a quien más necesitamos perdonar sea a nosotros mismos y no tanto porque hayamos cometido un terrible delito, sino porque nos negamos a aceptarnos tal y como somos.

Hay mucho escrito acerca de los pasos que hay que dar para llegar a perdonar. Hay autores que hablan de cinco pasos, otros de siete, de doce pasos… Lo cierto es que el primero de todos ellos pasa por examinar la herida y ser sincero con uno mismo acerca de los propios sentimientos.

¿Qué hay en ti que sea tan terrible? ¿Es algo que podrías perdonar en otros? ¿Por qué entonces no en ti? ¿Es justo para ti que utilices diferentes “varas” de medir? Si eso por lo que tanto te odias tiene remedio, remédialo; si no tiene remedio, perdónate.

Vivir sintiendo rencor hacia nosotros mismos por ser como somos y no como nos gustaría ser no va a hacer que nada cambie. Tratar de comprendernos, descubrir nuestras necesidades y debilidades, y aceptarlas (que no es lo mismo que dejarnos llevarnos por ellas), en lugar de enfrentarnos a nosotros mismos, es la forma más poderosa de darnos permiso para empezar a ser felices.

La misma sensación de libración y bienestar que siente quien logra perdonar a quien le ha herido, la siente quien logra perdonarse a sí mismo. El poder liberador del perdón es tan grande que logra cambios incluso en la apariencia externa de quien ha perdonado. Imagina el poder de perdonarse a uno mismo. Libera ese poder dentro de ti.
Siempre, desde de la perspectiva de los otros, los problemas de uno parecen mucho más sencillos. Pero cuando somos nosotros los protagonistas, un pequeño escalón puede convertirse en una montaña enorme imposible de subir.

Es todo mucho más sencillo cuando quien te quiere ayudar ha tenido que subir sus propias montañas. Porque no nos vamos a engañar, como bien dice mi coach: “sólo podremos llevar a nuestros clientes al punto en el que nosotros estamos”.

El crecimiento personal y el deseo de llevar tu vida a un nivel superior de felicidad y de satisfacción con todo aquello que te rodea, implica poner en práctica el ejercicio de “creer en ti”. Nada se puede alcanzar si no te crees capaz de conseguirlo, o si no crees que te lo merezcas.

Una de las técnicas más interesantes que empleo en la consulta es la que me permite ayudar a las personas a descubrir cuáles son sus “creencias” acerca de sí mismos, de la vida y de las cosas que les ocurren. Estamos cargados de creencias negativas que nos hacen empequeñecer frente a los demás, que nos hacer pensar que algo no está bien en nosotros… Se trata de creencias limitantes que impiden que lleguemos a alcanzar las metas que nos proponemos en la vida.


Hay una creencia que lo cambia todo. Una sola creencia que te posiciona ante el mundo permitiéndote ser quien verdaderamente deseas ser: “la creencia en ti”.

Lo que crees es lo que creas. Por tanto, nada hay más urgente que revisar qué es lo crees acerca de ti, no vaya a ser que llegue un día en el que descubras que lo que estás creando no es lo que querías para tu vida.

Haz una lista con lo que desearías creer acerca de ti y a continuación compárala con lo que realmente crees. Si hay mucha diferencia entre ambas listas es el momento de que te pares a revisar qué cambios necesitas hacer en tus creencias.

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