EL CLIMA

domingo, 20 de mayo de 2012

SALUD ATROFIAS



La palabra atrofia proviene del griego àtrophos que significa "sin nutrición". En términos biológicos consiste en una disminución importante del tamaño de la célula y del órgano del que forma parte, debido a la pérdida de masa celular. Las células atróficas muestran una disminución de la función pero no están muertas. Con respecto a lo anterior se puede precisar que un perfecto metabolismo celular no depende únicamente de un aporte eficaz de sustancias nutritivas, sino que también de una correcta utilización de éstas; esto es solamente posible cuando las células viven en un ambiente idóneo para su estructura morfológica y funcional. La estructuración morfológica de la célula está condicionada por el ambiente en que vive, es por eso que las múltiples formas de las células de nuestro organismo responden a la adaptación de la materia viva a condiciones externas bien definidas, la diferenciación celular representa la exteriorización de una adaptación latente, acumulada a través de millones de generaciones.
Todas las modificaciones de carácter morfológico de las células, pueden afectar a células aisladas o grupos de ellas, por consiguiente la modificación de un tejido completo. Todos los estímulos que pueden actuar sobre una célula son en realidad estímulos funcionales: cuando éstos exceden los límites fisiológicos, pueden lesionar a la célula hasta anular los procesos vitales, o bien, provocar notables modificaciones regresivas.
Tras las anteriores reseñas se puede inferir que la atrofia es la expresión morfológica de una involución funcional y estructural de una célula, o de un tejido. Se trata de una deficiencia adquirida, lo que implica una preexistencia de normalidad celular e hísitica, y que, por esa razón debe diferenciarse de la hipoplasia, de la aplasia y de la agenesia. Por su parte la atrofia debe distinguirse de un mal que conlleve la reducción estructural de un órgano, o parte de éste a causa de un proceso destructivo necrótico, en cuyo caso hay una muerte de células masiva; como es el caso de las enfermedades antes mencionadas. Como ya se mencionó, la atrofia de un tejido u órgano se interpreta como la reducción morfológica y funcional de las unidades celulares constitutivas, tanto en número como en volumen.
En la población general, la mayoría de los casos de atrofia muscular son ocasionados por inactividad. Las personas que tienen un trabajo sedentario y las de la tercera edad que no son muy activas pueden llegar a perder el tono muscular y desarrollar una atrofia significativa; sin embargo, este tipo de atrofia puede ser reversible con el ejercicio vigoroso. Las personas que están postradas en la cama pueden presentar un desgaste muscular significativo; como ocurre con los astronautas que, libres de la fuerza gravitacional de la tierra, pueden desarrollar una disminución del tono muscular y descalcificación ósea pocos días después de la ingravidez.

La atrofia muscular es un término médico que se refiere a la disminución del tamaño del músculo esquelético, perdiendo así fuerza muscular por razón de que la fuerza del músculo se relaciona con su masa.

Etiología

Existen varias enfermedades y trastornos que causan una disminución en la masa muscular, incluyendo la inactividad—como en el sedentarismo (no hacer nada) o con la colocación de un yeso—caquexia o síndrome de desgaste corporal presente en pacientes con cáncer o insuficiencia cardíaca, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, quemaduras extensas, insuficiencia hepática, trastornos electrolíticos, anemia, etc. Otros síndromes pueden causar atrofia muscular como la malnutrición, denervación de las neuronas motoras como en la atrofia muscular espinal de la infancia y las miopatías inflamatorias y distrofias, entre otras.

Sarcopenia
al pasar de los años con los procesos naturales del envejecimiento corporal, se aprecia una disminución gradual de la habilidad de mantener la función y masa muscular, un evento fisiológico denominado sarcopenia. La causa exacta de la sarcopenia se desconoce, pero puede que sea debido a una falla gradual de las células satélite que son células progenitoras que regeneran las fibras musculares; o bien a una disminución de la sensibilidad o disponibilidad de críticos factores de crecimiento secretados y que son necesarios para el mantenimiento de la masa muscular y la supervivencia de las células satélite.

Patología

La atrofia muscular ocurre por un cambio en el equilibrio normal que existe entre la síntesis de proteínas y su degradación. En una atrofia muscular hay una disminuída regulación de las vías de la síntesis proteica y una activación de las vías de degradación. La principal vía de degradación proteica que tiende a ser la responsable de la mayor parte de la pérdida de masa muscular en las atrofias es la vía dependiente de ATP de la Ubiquitina/Proteasoma. En ese sistema, las proteínas son marcadas para su destrucción por medio de la unión de al menos cuatro copias de la pequeña proteína llamada ubiquitina. Una proteína así de poli-ubiquitinada es blanco para la destrucción proteica por la proteasoma.

Tratamiento

La atrofia muscular puede ser controlada al estimular las vías que inducen la hipertrofia muscular o un aumento en el tamaño o masa muscular. Una de las formas clásicas de aumentar la fuerza muscular es con ejercicios anaeróbicos, que tiende a inhibir las vías de degradación muscular.

No hay comentarios:

Publicar un comentario